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Economía

Las empresas se adaptan a contrarreloj a la ley del teletrabajo para evitar sanciones

Aprobada el pasado 9 de julio, la ley debe formalizarse en el plazo de tres meses, por lo que solo queda una semana para hacerlo sin correr riesgos

Las empresas trabajan a contrarreloj para adaptarse a la nueva ley del teletrabajo. Junto con asesores y despachos, los gerentes tratan de cumplir con la norma a tiempo para evitar las sanciones derivadas de su incumplimiento.

Aprobada el pasado 9 de julio, la ley de trabajo a distancia tiene hasta el próximo fin de semana para formalizarse, según consta en el texto original publicado en el BOE al día siguiente. "El acuerdo de trabajo a distancia regulado en la sección segunda del capítulo II de esta Ley deberá formalizarse en el plazo de tres meses desde que esta norma resulte de aplicación a la relación laboral concreta", recalca el texto.

"El Estatuto de los Trabajadores ya regulaba el trabajo a distancia, pero solo señalaba que tenía que ser un acuerdo por escrito. Muchas empresas lo tenían, otras no, y no se recogían aspectos de los que ahora habla la ley como la desconexión digital o los gastos", explica Pilar López, socia de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de Vaciero, en conversación con Vozpópuli.

Ahora, la nueva ley es la que marca la forma en la que estos acuerdos deben cerrarse, algo que se aplicará de forma homogénea en todo el país. "La ley lo que dice es que los acuerdos que ya existían para teletrabajar son válidos, pero tienen que adaptar su contenido a lo que dice la ley", apunta López, que explica que en las últimas semanas ha aumentado el trabajo en los despachos de abogados para adaptar la norma a lo que cada empresa tenía en vigor y poner en marcha nuevos acuerdos.

Las empresas y el teletrabajo por covid

"Llevamos varios meses trabajando en esto, pero ahora se está mezclando con el fin del teletrabajo por Covid, que no se regula por esta ley, y la inquietud de algunas empresas de seguir aplicándolo", cuenta la experta en Derecho del Trabajo. En este sentido, el trabajo a distancia derivado del coronavirus se regula como una "medida de emergencia", como consecuencia de la crisis sanitaria y al margen de esta norma. Las compañías que quieran seguir con el teletrabajo una vez terminen las restricciones por la pandemia tendrán que regularlo también bajo este marco.

A partir del fin del periodo de adaptación, el próximo fin de semana, la Inspección de Trabajo puede comenzar a sancionar a aquellas empresas que no cumplan con la nueva ley, que no afecta al trabajo a distancia que ya esté regulado en convenios colectivos en vigor. "A partir de ese día, la Inspección puede ir a una empresa y solicitar el acuerdo de teletrabajo. Si no se cumple, las sanciones se darán entonces", apunta Vaciero. Dichas sanciones pueden ir desde los 70 hasta los 225.000 euros por faltas muy graves.

Según consta en la norma publicada en el BOE, se entenderá que es regular el trabajo a distancia que se preste, en un periodo de referencia de tres meses, un mínimo del 30% de la jornada, o el porcentaje proporcional equivalente en función de la duración del contrato de trabajo.

Pierde adeptos

Con todo, el teletrabajo vive un momento de repliegue en España, tras el pico lógico que se produjo durante el confinamiento. Lejos de los más de tres millones de personas que trabajaron a distancia al menos la mitad de los días durante el segundo trimestre del año pasado, a finales del mes de junio lo hacían 1,8 millones, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Entre enero y marzo, 2,1 millones de empleados desempeñaban su trabajo desde casa, por lo que, desde que empezó el año y hasta julio, casi 300.000 personas dejaron de hacerlo. Con la vacunación avanzada en España, fueron muchas las empresas que han pedido a sus empleados volver a sus puestos de trabajo físicos; no obstante, explican fuentes sindicales, también los propios trabajadores han solicitado volver a la oficina, bien por falta de medios en casa, bien por comodidad. Ahora, las que quieran continuar con este modo de trabajo tendrán que adaptar su contenido a la nueva ley.

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