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Economía

Duro Felguera y Abengoa: un rescate público poco higiénico

Planta de Abengoa en Sevilla.

La presión que ejerce sobre el Gobierno de Pedro Sánchez, y también sobre los Gobiernos autonómicos, la posibilidad de que quiebren Duro Felguera y Abengoa es tan elevada que posiblemente las dos compañías logren en los próximos días apoyo financiero público y eviten declararse en concurso de acreedores. 

La quiebra de Abengoa y Duro Felguera supondría para España la pérdida del conocimiento atesorado por ambas multinacionales desde hace décadas, y la pérdida de miles de empleos directos (Abengoa da trabajo en España a 2.600 personas, y Duro Felguera a unas 1.100).

El concurso de las dos compañías, especialmente el de Abengoa, dejaría en situación muy delicada a las empresas españolas con las que trabajan, sus proveedores, que también podrían verse arrastrados a la quiebra; el número de empleos indirectos perdidos sería aun mayor

"¿Por qué yo tengo que cerrar mi empresa y ellos no?" se preguntarán muchos tras el rescate público de Abengoa y Duro Felguera

Con el arraigo que Abengoa tiene en Andalucía, y Duro Felguera en Asturias, la supervivencia de las dos compañías se ha convertido en cuestión de Estado.

Pero el rescate público de Abengoa y Duro Felguera será poco higiénico, dadas las pérdidas que arrastran, su elevada deuda, los litigios internacionales que afrontan, las reclamaciones de Hacienda, las investigaciones judiciales... "¿Por qué yo tengo que cerrar mi empresa sin recibir un euro público y ellos no?", se preguntarán muchos. 

Los principales ejecutivos de Duro Felguera y Abengoa se han arrastrado en los últimos días por despachos ministeriales, por edificios con largos pasillos de organismos públicos requiriendo, con lágrimas en los ojos, literal, ayuda del Estado.

Abengoa, que terminó 2019 con una deuda financiera cercana a los 6.000 millones, admitió el lunes encontrarse en causa de disolución

Ninguna de las dos empresas cumple con los requisitos establecidos por el Gobierno y por la Comisión Europea para recibir ese apoyo público.

Tanto en la normativa de los préstamos avalados por el ICO, como en la Orden que desarrolla el acuerdo del Consejo de Ministros para la creación del Fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas, que gestionará la Sepi, se incluyen salvedades a, entre otras variables, la recepción de la ayuda en el caso de encontrarse ya en situación crítica a 31 de diciembre de 2019.

El beneficiario del Fondo que gestionará la Sepi, no podrá ser "una empresa en crisis a 31 de diciembre de 2019, en los términos establecidos por el artículo 2 (18) del Reglamento de la Comisión (UE) n.º 651/2014, de 17 de junio".

Duro Felguera ha reclamado ayuda al fondo de la Sepi, lo que podría derivar en la entrada del Estado en su capital

De los préstamos avalados por el ICO no podrán beneficiarse las empresas que no cumplan "con la normativa de la Unión Europea en materia de Ayudas de Estado". Se avalarán las operaciones por encima de 50 millones de euros "una vez que ICO haya analizado el cumplimiento de las condiciones de elegibilidad de manera complementaria al análisis de la entidad financiera".

De la línea de cobertura aseguradora de hasta 2.000 millones de euros con cargo al Fondo de Reserva de los Riesgos de la Internacionalización quedan "expresamente excluidas" las empresas "con incidencias de impago con empresas del Sector Público o deudas con la Administración, registrados con anterioridad al 31 de diciembre de 2019".

El lunes Abengoa comunicó que ampliaba hasta el próximo 31 de julio el periodo que se ha dado para negociar con bancos, proveedores, y las administraciones públicas apoyo financiero. En su comunicado al regulador del mercado español, la multinacional energética admitía encontrarse en causa de disolución desde el pasado 19 de mayo.

El anterior presidente de Duro Felguera, Ángel del Valle, afronta querella por presunta administración desleal y apropiación indebida

PwC, auditor de las cuentas de 2019 de Abengoa, advertía en su informe de auditoría que la situación de fondo de maniobra negativo, de pérdidas, de necesidad de refinanciación, entre otros factores, con los que la compañía terminó el pasado ejercicio, constituían una incertidumbre sobre la capacidad del grupo para mantener la actividad.

La compañía, que está siendo investigada en la Audiencia Nacional por presunto delito de falsedad en la contabilidad de sus cuentas de 2014 y 2015; cuyo anterior presidente y principal accionista, Felipe Benjumea, dejó el cargo con una indemnización de 15 millones de euros, finalizó el ejercicio 2019 con un endeudamiento financiero bruto de 5.948 millones de euros, un 5% más que en 2019, y pérdidas por importe de 517 millones.

Duro Felguera, que ha presentado una querella contra su anterior presidente, Ángel del Valle, por administración desleal y apropiación indebida, ha sido la primera compañía española en solicitar públicamente ayuda del Fondo de la Sepi, lo que podría derivar en la entrada del Estado en el capital del grupo industrial asturiano.

Los concursos de Duro Felguera y Abengoa provocarían posiblemente la quiebra de otras empresas proveedoras con las que trabajan

El grupo, que está siendo investigado en la Audiencia Nacional por negocios en Venezuela, y al que Hacienda reclama 123 millones, afronta conflictos legales, millonarios, en Australia, Dubai y Argelia. EY, auditor de Duro Felguera, advertía en su informe del ejercicio 2019 una incertidumbre sobre la capacidad de la compañía para mantener la actividad.

El Gobierno, la Junta de Andalucía, el ICO, la Sepi, el Gobierno del Principado de Asturias, Abengoa y Duro Felguera justificarán el apoyo público otorgado al hecho de ser "empresas estratégicas", o de ser compañías de especial relevancia para una región. Un saco sin fondo en el que todo tiene cabida.

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