El conflicto en Domino's se enquista: de la Inspección de Trabajo a la Audiencia Nacional

El conflicto con los trabajadores en Domino's Pizza se enquista. CCOO ha interpuesto este lunes un conflicto colectivo ante la Sala de la Social de la Audiencia Nacional para que la compañía especifique el cómputo de horas mensual en el contrato de sus trabajadores.

Un problema interno que ha estallado tras la crisis del coronavirus, cuando, según explican fuentes de CCOO a Vozpópuli, la compañía pagó a los empleados que continuaban trabajando esos meses (en servicio a domicilio) sólo las horas destinadas a ello, sin un salario mensual. "Se dio la circunstancia de que había gente en el ERTE que cobraba más que los que estaban trabajando", explican desde el sindicato.

Tras la queja, la empresa ingresó a los empleados en ese mes el resto del sueldo hasta el promedio de cada uno; no obstante, explica CCOO, esta cantidad fue descontada de la nómina siguiente de los trabajadores como concepto de "anticipo". Según insisten desde el sindicato, esta ha sido la gota que ha colmado el vaso y la razón por la que han interpuesto la denuncia ante la Audiencia Nacional. 

En una carta interna remitida por CCOO a los trabajadores de Domino's, a la que ha tenido acceso este periódico, el sindicato insiste en que "no puede ser que un trabajador no sepa lo que va a cobrar a final de mes y que dependa de las horas que le pongan en el horario". En la misiva, los representantes de los trabajadores insisten: "La crisis sanitaria y económica que ha sobrevenido ha afectado de manera mucho más notable a la plantilla y ha agudizado la precariedad que vivimos".

Sobrecarga de trabajo

No en vano, el conflicto abierto en la Audiencia Nacional no es el único que se enfrenta Domino's, a quien CCOO también denunció hace unos días ante Inspección de Trabajo.

En este caso, la denuncia se basaba en "incumplimientos continuos de la empresa con cuestiones básicas del convenio colectivo", derivado de una gran carga de trabajo en los últimos días. De hecho, las principales quejas se centran en la sobrecarga en los centros, teniendo que hacer algunos empleados horas complementarias, o el no respeto de la compañía a los descansos semanales o entre jornadas, según denuncian.