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Economía

Las dimisiones en el New York Times reabren el debate sobre la libertad de información

'The New York Times'

"Twitter no está en la cabecera de The New York Times, pero se ha convertido en su último editor". Así de contundente se mostraba Bari Weiss, editora y columnista, sobre el periódico estadounidense tras presentar su dimisión esta pasada semana.

Weiss desembarcó en el prestigioso rotativo hace tres años. Según explica en su carta de dimisión, dirigida al editor, A.G. Sulzberger, fue contratada con el objetivo de llevar al periódico “voces que de otro modo no aparecerían en sus páginas” y deja el puesto por el acoso que dice sufrir por parte de los compañeros "que no están de acuerdo con sus puntos de vista".

"Las historias se eligen y cuentan para satisfacer al público más limitado, en lugar de permitir que un público curioso lea sobre el mundo y luego saque sus propias conclusiones. Siempre me enseñaron que los periodistas fueron acusados de escribir el primer borrador de la historia. Ahora, la historia misma es una cosa efímera más moldeada para ajustarse a las necesidades de una narración predeterminada", expone Weiss en la misiva. 

Su renuncia quizás no hubiera tenido gran relevancia si no fuese porque se ha producido solo unos días después de la de James Bennet, quien hasta el pasado 7 de junio ocupaba el cargo de jefe de Opinión en el periódico estadounidense. 

James Bennet

Bennet renunció a su puesto hace poco más de un mes, en plena ola de protestas raciales en el país. Su dimisión se produjo —esgrimen desde el rotativo— motivada por la publicación de un artículo de opinión de Tom Cotton, republicano y senador por Arkansas, titulado ‘Send In the Troops’ (‘Enviar a las tropas’), en referencia a frenar las manifestaciones desatadas tras la muerte del afroamericano George Floyd con el despliegue de militares.

Según defendía el senador en su texto, la nación debía "restaurar el orden" y el ejército estaba "listo" para ello.

"Un paso atrás en la libertad de opinión e información"

Desde la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), creen que estas dimisiones, y más tratándose del New York Times, "son un paso atrás en la libertad de opinión e información y suponen un menoscabo de la imagen de la profesión periodística".

Destacan la esencialidad de la pluralidad de ideas y opiniones dentro de un medio para mantener correctamente informada a la ciudadanía. "Es bien sabido que, mientras los hechos son sagrados, la opinión debe ser completamente libre", apuntan en declaraciones a Vozpópuli

Además, consideran que la crispación actual en la política y en la sociedad se ha trasladado al periodismo. "A la hora de opinar, algunos periodistas priorizan sus premisas ideológicas al rigor, lo cual redunda inevitablemente, en estos casos, en una pérdida de calidad informativa", concluyen. 

"Sesgado hacia la agenda socialista y radical del partido demócrata"

Estos últimos movimientos en el rotativo estadounidense han sido duramente criticados por diferentes personalidades. "The New York Times ya no es un periódico serio", denunció en Twitter este pasado viernes la periodista Emerald Robinson, corresponsal de Newsmax en la Casa Blanca. 

https://twitter.com/EmeraldRobinson/status/1283927402352185346?ref_src=twsrc%5Etfw

También otro periodista de televisión, Sean Hannity, cargó en su programa contra el periódico: "Tenemos una crisis de información como nunca antes la habíamos tenido. The New York Times han sido expuestos una vez más. Ahora se enfrentan a una nueva demanda de la Universidad de Liberty".

Franklin Graham, presidente de la organización cristiana Samaritan's Purse, considera, por su parte, que "la renuncia esta semana de Bari Weiss confirma lo que mucha gente ya sabía: el New York Times está sesgado hacia la izquierda, la agenda socialista y radical del partido demócrata".

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