Economía

Deutsche Bank advierte de que Cataluña no sería más próspera por independizarse

La avenida Meridiana de Barcelona, durante la Diada.

Un día tras otro, el president Artur Mas realiza auténticas piruetas argumentales con tal de defender que una Cataluña independiente sería mucho más próspera. Sin embargo, un informe elaborado por Deutsche Bank desmonta semejantes ensoñaciones y destaca que los movimientos secesionistas desplegados por toda Europa no reparan en los riesgos de la independencia en una suerte de "ilusión financiera". "Aunque desde un punto de vista objetivo hay pocas razones por las que Escocia o Cataluña debieran ganar un grado sustancial de prosperidad vía la independencia, los partidos nacionalistas citan esta misma cuestión como uno de sus principales argumentos. Sin embargo, la secesión de una estructura estatal existente conlleva unos riesgos económicos masivos", concluye el estudio titulado '¿Mejor por su cuenta? Aspectos económicos de la autonomía regional y los movimientos independentistas en Europa'.

"El deseo de unos derechos especiales, una autonomía muy amplia o incluso la independencia se apoya hasta cierto punto en la fe depositada en la fortaleza económica de la región. Pero las implicaciones financieras de la independencia de facto van más allá de los ahorros obtenidos por escapar del mecanismo redistributivo del país al que pertenecen. A pesar de que a los defensores de la secesión les gusta pasar por alto los riesgos potenciales, incluso si se diese un ingreso inmediato como miembro del mercado único europeo y de la eurozona, habría una serie de desventajas económicas potenciales", subraya el documento en el que se analiza la situación de Cataluña, País Vasco, Navarra, Escocia, Flandes, el Véneto y el Sur del Tirol.

Los costes de la independencia

¿Y cuáles son esos riesgos de los que habla el banco tudesco? Pues el primero de ellos se plasmaría en unos costes financieros más elevados. La desventaja de los países más pequeños a la hora de financiarse puede ilustrarse a la perfección al comparar Alemania y Austria. A pesar de que los austriacos presentan unos parámetros económicos incluso mejores que los germanos, éstos tienen que abonar una prima mayor por sus bonos. "En el caso de Cataluña, que según las distintas agencias de rating no cuenta si quiera un grado de inversión, sería mucho más caro financiarse por sí sola", explican los analistas de Deutsche Bank.

El segundo consistiría en la asunción de la deuda. Cualquier territorio que se separase tendría que quedarse con una parte de la deuda soberana que se decidiría en una negociación política. Dependiendo de la división que se haga, ello resultaría en "un sustancial lastre fiscal para las regiones que se independicen", señalan.

Y el tercero estriba en los perniciosos efectos comerciales. El resto de España es, de lejos, el principal socio comercial de Cataluña, observan los analistas del Deutsche Bank. Y el hecho de que Cataluña exporte al resto de España unas tres veces más que a Francia demuestra que las fronteras nacionales todavía desempeñan un papel muy importante a pesar del mercado único europeo. "Incluso si el comercio entre España y Cataluña no se detuviese por completo, parece extremadamente improbable que las intensas relaciones comerciales sobreviviesen una separación (posiblemente no amistosa) sin sufrir un daño duradero", sostienen.

"Objetivamente no hay muchos canales a través de los cuales la independencia pueda, de hecho, generar ventajas financieras", reza el informe del Deutsche Bank

Además, habría que tener en cuenta todos los costes de montar un Estado 'ex novo'. "Es importante comprender que un tema tan cargado emocionalmente puede en ocasiones nublar la visión de las realidades económicas. La creación de una administración independiente, oficinas de representación internacional, una organización militar de defensa, etcétera naturalmente tiene un precio. Hablando objetivamente, no hay muchos canales a través de los cuales la independencia pueda, de hecho, generar ventajas financieras. Uno de los pocos, y quizás el más obvio, es la desaparición de las transferencias fiscales a otras partes del país. Por lo tanto, tan sólo en una región próspera (en relación al resto del país) es posible mantener la ficción de que yendo por su cuenta sería la mejor opción. En otras palabras: uno tiene que ser capaz de pagárselo", reza la nota. Es decir, los analistas de la entidad están tachando de "ficción" la idea de que una región sea más próspera por independizarse.

En resumen, el documento básicamente afirma que los nacionalistas aprovechan su condición de región más rica para generar "la ilusión financiera de la independencia". De hecho, llama la atención sobre la particularidad de que todos los territorios con movimientos independentistas sean bastante más ricos que la media de sus respectivos países con la única salvedad de Escocia, si bien en este caso los soberanistas reclaman para sí los pozos petrolíferos del Mar de Norte, cuyos ingresos en exclusiva harían de esta región la más rica de Reino Unido salvo por Londres. 

"La afirmación de los nacionalistas de que el Estado sistemáticamente explota a Cataluña a duras penas se justifica", aseguran los analistas de la entidad germana

Por otra parte, los economistas de la entidad germana analizan en detalle el sistema de financiación de las Comunidades Autónomas, y concluyen que "no hay un específico sesgo anticatalán en el sistema". "La afirmación de los nacionalistas catalanes de que el Estado sistemáticamente explota la fortaleza económica de Cataluña a duras penas se justifica", aseguran.

Si bien se destaca que Cataluña es un contribuyente neto al sistema de financiación durante años, también se dice que no es sorprendente, dado que la razón del sistema se basa en "establecer un nivel similar de servicios públicos a lo largo y ancho del territorio español". Ahora bien, los analistas afirman que el descontento de muchos catalanes parece "comprensible" debido a la complejidad del sistema, la dificultad de entender los flujos fiscales y, sobre todo, la asimetría de los distintos regímenes fiscales en una clara referencia a las Comunidades forales. En opinión de los redactores de la nota, País Vasco y Navarra disfrutan de un tratamiento fiscal que a todas luces resulta desfavorable para otras regiones ricas como Cataluña.

Los autores creen que se podría reajustar el sistema de financiación a favor de Cataluña, pero que el efecto no sería suficiente para contentar a los independentistas catalanes. Otra solución que barajan consiste en que Cataluña obtenga un status similar al de País Vasco y Navarra, aunque consideran que tal arreglo eliminaría los mecanismos de redistribución, generaría protestas en otras regiones y socavaría al Estado español.

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