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Economía

Carrera entre despachos de abogados para captar a las empresas que van a hacer un ERE

Oficina de empleo de la Comunidad de Madrid

El trabajo empieza a amontonarse en las mesas de los abogados de laboral del país. Los bufetes, que han visto cómo caía este año el volumen de actividad en algunos de sus departamentos, saben que en los próximos meses muchas empresas van a hacer reestructuraciones o despidos colectivos, y empiezan a competir para convertirse en su mejor aliado. 

Conferencias, charlas con clientes, guías, publicaciones... todos los despachos que tienen un departamento de laboral están intentando posicionarse para captar clientes y ampliar negocio en la recta final del año y en enero del año próximo. Explicar en qué consiste un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), asunto sobre el que se han disparado las búsquedas en Google este año, les sirve para ofrecer sus servicios a posibles nuevos clientes, al tiempo que siguen dado respuesta a la inquietud de sus clientes habituales.

"Estamos detectando mucha demanda de petición de información sobre despidos colectivos, por ello hemos preparado esta presentación para potenciales clientes con información sobre cómo se puede llevar a cabo, trabajadores afectados, etc.", explica el despacho Ceca Magán Abogados. Su socio de laboral, Enrique Ceca, detalla a Vozpópuli que las consultas vienen de compañías de la hostelería, hoteles y consultoría.

También en el área de derecho laboral del Bufete Mas y Calvet están atendiendo consultas por parte de empresas con las que trabajan, "relacionadas con su voluntad de planificar despidos colectivos con el horizonte puesto en enero del próximo año". "No hemos recibido peticiones para tramitar Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de forma inmediata", admiten, pero sí hay movimiento con vistas a 2021. 

Octubre y noviembre son meses en los que está produciéndose el fin de la cláusula de mantenimiento del empleo de 6 meses para muchas empresas que hicieron un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en marzo o abril y después recuperaron a sus trabajadores-, con lo que tendrían vía libre para hacer despidos si no han recuperado el 100% de su actividad. A lo que se suman los rebrotes de coronavirus y la nueva caída de la actividad. 

Otoño e invierno complicados

"La actividad económica está viéndose fuertemente afectada por el retorno de las medidas de control del virus, y en el ámbito empresarial, se prevé un complicado otoño e invierno protagonizado por la finalización de la vigencia de las medidas extraordinarias de flexibilidad interna (los ERTE por la covid-19), de las cláusulas de mantenimiento de empleo de los primeros ERTE, la finalización de la exención de obligación de presentación de concurso de acreedores a empresas con una situación patrimonial comprometida, así como el final de la moratoria de las líneas extraordinarias de financiación del ICO, entre otros factores", advertían a sus clientes el despacho Sagardoy y EY en un encuentro sobre regulación de empleo.

Según su experiencia, esta situación, unida a la incertidumbre regulatoria y al incremento de costes que están sufriendo las empresas por "el aumento de cotizaciones sociales, registro de jornada, registro salarial o los planes de igualdad, entre otros factores y la previsión de nuevas cargas tributarias, hace que buena parte de las empresas se estén planteando pasar de los ERTE de la covid a otras medidas tanto de flexibilidad interna ordinarias, como de flexibilidad externa".

Además de despidos colectivos, el despacho Abencys Reestructuraciones, recuerda que existen otras herramientas como la refinanciación, el preconcurso, la transmisión de la unidad productiva o convenio anticipado.

Aumento de los concursos

"Las previsiones para los próximos meses siguen sin ser nada halagüeñas y prevemos un aumento considerable en el número de procedimientos concursales, en sectores de gran importancia para la economía española, como en el sector servicios, la hostelería o el turismo”, explica Javier Díaz-Gálvez, socio de esta firma.

Añade que "la prórroga de los ERTE hasta enero de 2021 alarga innecesariamente la espera de miles de compañías, pudiendo incluso no ser beneficiosa y llegar a ser perjudicial para ellas, pues en determinados supuestos podría llegar a agravarse su situación de cara a la eventual responsabilidad futura de sus administradores".

Díaz-Gálvez considera esencial que las empresas preparen un plan de restructuración que se anticipe a la situación, algo en lo que coincide la firma de asesoramiento Reinforce, que defiende como claves para abordar una reestructuración laboral en las empresas "la anticipación y planificación, el forensic, el diálogo social, el plan de comunicación y la asignación de un equipo específico".

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