El declive del imperio Globalia: los Hidalgo pierden sus dos joyas en cinco meses

En un mundo de empresarios formados en prestigiosas escuelas de negocios, con caros títulos de inglés bajo el brazo, la historia de Juan José Hidalgo (Villanueva del Conde, Salamanca, 1941) suena extraterrestre. Pepe Aviones, que dejó el colegio en los albores de la adolescencia, comenzó a ser ambicioso sin pretenderlo, cuando era el hambre lo que hacía levantar empresas y el término entrepeneur no se utilizaba.

De Pepe se ha escrito que trabajó en su pueblo segando campos, vendiendo pieles de conejo y ayudando en el bar familiar. En Suiza, a donde marchó en contra del criterio de su padre, cuidó de ganado, fue pintor de brocha gorda, y con sus primeros ahorros compró un Mercedes. Ese mismo coche le permitió dedicarse a transportar a emigrantes españoles al país, lo que fue el germen de su aventura en el mundo del transporte.

Es conocido cómo continúa el relato: tras intentar triunfar en el transporte de autobuses por carretera ("de donde me sacaron", llegó a contar), se lanzó al turismo. En 1972 puso en marcha Viajes Halcón -primero para organizar rutas de Madrid a Zúrich- y en 1991 compró Air Europa. Son las dos joyas que hicieron fuerte al imperio turístico Globalia, y que condenan al conglomerado al declive después de que la familia Hidalgo haya firmado su venta en menos de seis meses. No en vano, Globalia vendió a Barceló en octubre la mitad que poseía de Ávoris Corporación Empresarial, donde estaban fusionadas las agencias de viajes de los dos grupos, entre ellas Halcón. Este jueves, Iberia anunciaba la compra del 80% que le faltaba para hacerse con el control total de Air Europa.

La conjunción de la agencia de viajes y la aerolínea trajo el éxito -y los millones- a la familia Hidalgo. A la empresa familiar se han dedicado los tres hijos de Pepe: Cristina (directora general de Compras de Globalia), María José (directora general de Air Europa hasta 2021) y Javier (consejero delegado de Globalia hasta el mismo año). Los tres han conjugado su vida profesional y sus apariciones en la prensa salmón con su vida personal, siendo a menudo foco de la prensa rosa.

De esto sabe mucho Javier Hidalgo, artífice de la venta de Air Europa y negociador principal con Iberia, muy conocido en el mundo de la noche y los photocalls. "Aunque pueda parecer que estoy todo el día de fiesta, siempre he cumplido con lo que se me ha pedido. Además, ya no salgo tanto, porque tengo una edad. ¿Que soy un vividor? No me molesta", contaba en una entrevista publicada en Vanity Fair, en 2020. Su interés por el ocio no le ha impedido emprender en decenas de negocios de forma paralela al grupo familiar: agencias de modelos, telefonía móvil, barcos, relojes...

¿Qué le espera ahora a Globalia? A sus 81 años, el jefe del clan Hidalgo vive gran parte del tiempo en República Dominicana, país del que tiene también la nacionalidad. Repartido el imperio turístico entre el padre y los hijos, de Globalia queda poco. "Han despiezado la compañía, la han vendido a trozos, y se han llevado el dinero", cuentan fuentes cercanas al conglomerado.

Air Europa, la valedora de Globalia

Con la pérdida de Air Europa, que si las autoridades de competencia lo permiten se producirá en año y medio, Globalia perderá cerca de la mitad de sus ingresos, que le reporta directamente la aerolínea. Si se cierra la operación, la familia Hidalgo se llevará 400 millones de euros por el 80% de la empresa: los primeros 200 millones de euros se pagarán cuando se reciba la aprobación por parte de las autoridades de Competencia, 100 millones de euros en acciones ordinarias de IAG y 100 millones de euros en efectivo.

Los Hidalgo mantendrán, de momento, los hoteles Be Live, con una treintena de establecimientos repartidos por Baleares, Canarias, Portugal, Marruecos, Colombia, Cuba y República Domicana, donde cuenta con ocho. Además, bajo Globalia seguirá operando la empresa de handling Groundforce, con presencia en los principales aeropuertos españoles.

"Los tres hijos tienen sus objetivos, sus intereses y su propio dinero. Seguramente Pepe se vuelque en su proyecto en Estepona", donde quiere construir un complejo hotelero en primera línea de playa, apuntan las mismas fuentes. Negocios que echarán a volar al margen de Air Europa... y de Globalia.