Publicado: 21/09/2013 04:00
El ministro de Hacienda nombra a una nueva responsable de comunicación procedente del ámbito de Equipo Económico, el lobby de su amigo Ricardo Martínez Rico que tantos quebraderos de cabeza le ha traído por sus relaciones con las energías renovables.
Todo queda en familia. El hermano de Ricardo y jefe de gabinete del ministro de Hacienda, Felipe Martínez Rico, ha impuesto otra vez su mano de hierro en el Ministerio de la calle Alcalá. Sus diferencias de criterio con el director de comunicación, Julio Sánchez, venían de largo, y al final se han saldado con la marcha de este último.
El hermanísimo ha logrado que todas las culpas por la mala imagen de Montoro recaigan sobre Sánchez, quizá obviando que él mismo y el propio titular de Hacienda siempre desoyen los consejos de sus asesores de comunicación. Por no hablar de que el ministro ha metido tijera en muchas partes y ha subido impuestos por doquier, siempre una pobre carta de presentación para un político. Y no olvidemos todas las veces que al titular de Hacienda, ya de vuelta de todo, se le calienta la boca y dispara sin control.
Al mismo tiempo, fuentes del Ministerio también apuntan que Julio Sánchez ha sido el responsable de una política de comunicación oscurantista, siempre manteniendo al ministro alejado de los medios.
Y para corregir semejante cúmulo de deficiencias comunicativas, ¿a quién contratan? Pues no se les ocurre otra cosa que fichar a una persona próxima a Equipo Económico, el lobby por el que durante la reforma eléctrica se señaló al ministro, acusado de favorecer al sector de las energías renovables, en particular a la termosolar y la fotovoltaica.
La nueva jefa de prensa del Ministerio, Ana Serrano, ya trabajó en el equipo de Rato, y acumula una abundante experiencia en el terreno económico. Entre sus ocupaciones más recientes, prestaba servicios de comunicación a Equipo Económico y al sindicato de pilotos Sepla.
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