La confianza económica se desinfla en España en el tercer trimestre

La confianza de empresarios y consumidores en la evolución futura de la economía se ha debilitado a lo largo del verano, especialmente en algunos países como España, donde se sitúa por debajo de la media de la Unión Europea (UE).

Así lo refleja el Indicador de Sentimiento Económico que publica mensualmente la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea y que ha sido actualizado este lunes.

Este medidor, que anticipa variaciones del Producto Interior Bruto (PIB) en los Estados miembro, ha sufrido en agosto la primera caída desde el mes de enero, al pasar de 119 puntos en julio a 117,5 a término de agosto. En España, la caída ha sido desde 108,9 puntos hasta 107,7.

La brecha entre la confianza en la UE y en España ha ido engordando desde febrero, en que el sentimiento empezó a mejorar con mucha más fuerza en Europa que en el país, y se mantiene tras el verano.

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La pérdida de confianza ha sido común a todos los sectores, siendo especialmente relevante en la rama industrial, a la que vuelven a afectarle los problemas en la cadena de suministros y la falta de insumos, y en el sector servicios, donde se teme que la expansión de la variante Delta del coronavirus dé lugar a nuevas restricciones que podrían poner en jaque al sector.

Menos optimismo en todos los sectores

La confianza de los consumidores ha sufrido un ligero descenso también, de ahí que hayan reducido sus intenciones de compra y fomentado su ahorro -en julio consiguieron el ahorro récord de los últimos once años, según los datos del Banco de España sobre los que informó Vozpópuli-.

El sentimiento del comercio minorista se mantuvo relativamente estable, con bajos niveles de existencias en sus almacenes; mientras que el del sector de la construcción repuntó gracias al optimismo y la buena evolución del empleo en el sector.

Para Bert Colijn, economista senior de ING, este Indicador refleja que "el crecimiento sigue siendo fuerte en el tercer trimestre, pero es probable que el pico del rebote haya pasado ya y empiece la moderación a partir de ahora".

Apunta también que en las previsiones ha influido el temor a las subidas de precios y a que se desboque la inflación, que en España ha cerrado en agosto con un incremento del 3,3% en el Índice de Precios al Consumo por el encarecimiento sin precedentes de la electricidad.

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Dentro de España, la confianza en la evolución de la economía es menor a cierre de agosto que la que existe en la Eurozona sobre todo en el sector industrial, entre los consumidores y en la construcción, como se puede ver en el gráfico anterior; mientras que se mantiene equiparada a la europea en servicios. Los comerciantes, por su parte, son más optimistas en nuestro país.

Distinta confianza en la industria y en los servicios

Respecto a la evolución de los últimos meses, la confianza del sector servicios empezó siendo en España muy inferior a la media europea, pero poco a poco ha ido recuperándose hasta equipararse con la media este verano, en que el turismo nacional ha contribuido con creces a la recuperación.

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Sin embargo, en el sector industrial ha ocurrido lo contrario: empezó siendo semejante y se ha ido distanciando, ya que a medida que mejoraba el sentimiento en el Viejo Continente iba empeorando en España.

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El Indicador de Sentimiento Económico (ESI, por sus siglas en inglés) es un índice que cubre el sector industrial (peso del 40%), los servicios (30%), los consumidores (20%), el comercio minorista (5%) y la construcción (5%).