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Economía

MOTOR

La prohibición de los motores de combustión pone en peligro un millón de empleos

La rápida transición hacia el coche eléctrico que está impulsando la UE pone contra las cuerdas a una parte importante de la industria

Operarios en una fábrica de baterías.

La potente industria europea del automóvil vive un momento de transición marcado por el coche eléctrico. Una transición que la UE está forzando a que sea mucho más rápida de lo que pedían los fabricantes y de lo que la realidad del mercado dicta, tanto por la evidente falta de infraestructuras de recarga como por los todavía muy elevados precios de una tecnología inmadura para ser dominante a corto plazo. Pero llevar a cabo el cambio del coche de combustión al eléctrico de forma tan acelerada está generando muchas incertidumbres en el sector.

Así lo señala la secretaria general de la Asociación Europea de Proveedores Automovilísticos (Clepa), Sigrid de Vries, quien ha alertado del riesgo que corren cerca de un millón de empleos relacionados con la producción de tecnologías de propulsión de vehículos ante la llegada del coche eléctrico. Tal como ha escrito la directiva en una carta, se espera que la Comisión Europea anuncie nuevos límites de dióxido de carbono (CO2) para los vehículos el 14 de julio. Los rumores apuntan hacia una reducción del 60% para 2030 (frente al 37,5% acordado en 2019) y del 100% en 2035.

Para la asociación, medidas tan estrictas, a menos que haya un papel para los combustibles renovables reconocido en la normativa, sería de facto una prohibición de la tecnología de motores de combustión. "Los proveedores no son los únicos que se rascan la cabeza por las consecuencias", ha lamentado De Vries, que asegura que los talleres también estarán en riesgo o los cerca de un millón de personas que trabajan en la producción de propulsores.

Adaptación de los empleados

Además, el número total de empleados que requieren actualización aún es mayor, debido a la transformación paralela hacia la movilidad conectada y autónoma y la creciente automatización de la producción. "El ritmo con el que los vehículos eléctricos de batería ganan cuota de mercado se correlaciona directamente con la cantidad de puestos de trabajo en riesgo y con el momento en que este riesgo se materializa", subrayan desde Clepa.

Según esta asociación de proveedores, los trabajos "antiguos" y "nuevos" no son fácilmente intercambiables, requieren habilidades diferentes o pueden ubicarse por completo en otro lugar. "Esto no significa que el cambio no deba ocurrir", ha indicado, pero pide que los objetivos sean más paulatinos para "no dejar a nadie atrás".

El impacto de las multas

Una preocupación por la pérdida de empleo que también señalaba días atrás el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, en su caso, aunque relacionado con el coche eléctrico, por otro motivo. Carnero ha pedido la ayuda de las ciudades y las administraciones para impulsar el coche eléctrico y ha advertido que la política de Europa de imponer multas a los fabricantes por los excesos de emisiones de CO2 puede dañar al empleo.

Carnero ha denunciado que la UE penalice con multas millonarias a las empresas de la automoción sólo por no ir con la rapidez que quiere en la vía de la transición ecológica. "Lo que me preocupa del Parlamento europeo es que se toman decisiones sin conocimiento del mundo de la automoción, decisiones que pueden repercutir de manera negativa en el empleo y en la garantía de que las empresas se mantengan", ha alertado el también miembro del Consejo de Supervisión del Grupo Volkswagen.

En paralelo, Carnero ha instado a las ciudades y a las administraciones públicas en general a preparar las infraestructuras para hacer posible la implementación del coche eléctrico, así como analizar en profundidad los cambios que la electrificación provocará en el parque de proveedores. "¿Qué pasará con las empresas de tubos de líquidos de freno o de depósitos de gasolina que dejarán de existir? Necesitamos un Gobierno y unas administraciones fuertes y abrir un diálogo", ha asegurado el dirigente sindical, que también ha llamado la atención sobre la necesidad de formar a los trabajadores del sector para poder afrontar el reto de la electrificación.

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