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Economía

La antigua CNMC se despidió con bronca por discrepancias con su auditor

Placa de la sede madrileña de la CNMC

No han sido especialmente tranquilos los últimos seis años y medio en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El colofón a esta esta etapa se puso este miércoles, cuando se celebró el último pleno antes de la sustitución de la mitad de sus consejeros, incluidos el presidente, José María Marín Quemada, y la vicepresidenta, María Fernández.

En el orden del día de la reunión figuraba un asunto que había generado polémica en años anteriores, como es la aprobación del informe que realiza el responsable del Departamento de Control Interno. En esta ocasión, se expuso el contenido de los documentos relativos a 2018 y 2019.

Estos informes señalaban algunos aspectos sobre el funcionamiento de las dos salas del organismo que su autor considera que habría que mejorar para que el organismo gane en efectividad. Una parte del Consejo expresó su desacuerdo, tanto por el contenido como por el momento elegido para su presentación en el pleno, que fue en la víspera de que la mitad de sus efectivos lo abandonaran.

Según fuentes del organismo, se votó la toma en consideración de los informes, pero no se reunió la mayoría necesaria para su aprobación, de modo que se acordó derivar la decisión al nuevo Consejo.

Seis años difíciles en la CNMC

Hay que matizar que los diez miembros de la Comisión deben ser, por ley, independientes del Ejecutivo y del sector empresarial. La normativa incide en que su nombramiento lo propone el Consejo de Ministros y lo confirma el Congreso de los Diputados. A partir de ahí, el Ejecutivo es el que decide si negocia o no con la oposición los candidatos.

La ley de la CNMC especifica en su artículo 38 que el organismo podrá tener área de control interno que se encargará de elaborar una memoria anual sobre el funcionamiento del regulador, así como de velar porque no se produzcan “conflictos de intereses”.

Sea como sea, el pleno de este miércoles volvió a evidenciar las diferencias existentes entre los miembros del Consejo, que en esta última etapa han sido especialmente profundas entre el presidente y la vicepresidenta del organismo.

Los críticos con Marín Quemada le han acusado durante este tiempo de manejar la institución con un excesivo personalismo y de tratar de anular la voluntad del Consejo en algunas ocasiones.

El presidente llegó a reconocer en el Parlamento que la institución padeció en sus primeros años de fallos atribuibles a su juventud, pues se constituyó en 2013. Durante su mandato, pronunció algún discurso que cayó como un jarro de agua fría en la Comisión, como el que utilizó para reclamar consejeros “capaces y del máximo nivel”. Aquello sucedió en plena polémica por la abundancia de votos particulares a las decisiones de la CNMC.

La etapa en la institución de Marín Quemada, Fernández, Clotilde de la Higuera, Josep María Guinart y Benigno Valdés finalizó hace unas horas. Este jueves, el Parlamento acordó que fueran sustituidos por Cani Fernández (nueva presidenta), Ángel Torres (vicepresidente), Pilar Sánchez, Josep Salas y Carlos Aguilar.

Intervención parlamentaria de Cani Fernández

En su intervención ante la Comisión de Nombramientos, Cani Fernández expuso su trayectoria de tres décadas en el terreno de la defensa de la competencia; e hizo un alegato en favor de la independencia del organismo durante su mandato.

Entre sus objetivos para los próximos años, se marcó el de impulsar una “regulación eficiente y garantista” para que los sectores estratégicos contribuyan a modernizar la economía de España, “al tiempo” que se protege “el bienestar de los consumidores”.

Sobre las posibles incompatibilidades en las que pudiera incurrir como consecuencia de su anterior trabajo en el despacho Cuatrecasas, apuntó: “Ante cualquier duda, me abstendré de tomar conocimiento sobre ese asunto”.

Precisamente, desde el Partido Popular y Vox expusieron sus dudas con respecto a las posibles dificultades que podría generar en la labor de Fernández su antigua relación con varias de las empresas y sectores regulados, dado que participó en su 'defensa' durante antiguos conflictos con la CNMC. El portavoz del Grupo Popular, Mario Garcés, recordó sus "saltos" profesionales durante los últimos meses. Primero, de Cuatrecasas a Moncloa y, posteriormente, de Moncloa -asesora- al regulador de la competencia.

Organismo complejo

Conviene precisar que la CNMC surgió en 2013 como consecuencia de la fusión de los reguladores de los mercados y la competencia españoles.

La institución está dividida en dos salas: una, dirigida por la presidenta, destinada a velar porque se respete la libre competencia en los diferentes sectores económicos; y otra, comandada por el vicepresidente, que tiene asignada la supervisión de los mercados donde en su día existieron monopolios, como las telecomunicaciones, la energía, el audiovisual, el del transporte o postal.

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