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Economía

La CEOE también cuestiona el plan energético de Sánchez: “Hay mucha confusión con la forma”

La patronal asegura que está de acuerdo "con el fondo" de la norma del Gobierno, pero insiste en que el plan no ha sido consensuado y que está "repleto de incógnitas"

Teresa Ribera
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. EP

La CEOE también cuestiona el plan energético aprobado por el Gobierno. A pocos días de que entre en vigor de forma oficial (el martes 9 de agosto, siete días después de su publicación en el BOE), la patronal considera que la norma "está llena de incógnitas".

"Estamos ante un problema de forma, no de fondo. Estamos de acuerdo en que hay que ahorrar energía y ser solidarios. El problema es que la norma sale a la luz sin haber sido consensuada ni con comunidades autónomas ni con el sector", explica Inmaculada de Benito, directora de Turismo, Cultura y Deporte de CEOE, en conversación con Vozpópuli.

A su juicio, quedan flecos por atar dentro de la propia norma, que hacen que la aplicación final esté en el tejado de las comunidades. "Por ejemplo, no sabemos si los luminosos se pueden mantener, si puede tener impacto en las salas de fiesta... con el fondo estamos de acuerdo, las empresas ya estaban poniendo en marcha medidas de ahorro para hacer frente a la subida de costes desmesurada, pero en cuanto a la forma de la norma la competencia y la vigilancia la tienen las comunidades, así que tendremos 17 regulaciones en 17 comunidades", avanza.

Según insisten desde CEOE, el interés de las empresas "es cumplir la norma, los clientes escuchan y tienen que saber que se mueven en un entorno seguro, qué medidas se han tomado y cómo se han tomado". No obstante, matiza De Benito, "la improvisación nos pone contra las cuerdas de otras normas como la de seguridad y salud de los trabajadores, ya se está hablando de excepciones, y a la vez nos genera inseguridad".

Para la patronal, hay varios frentes que, a pocos días de la puesta en marcha de la norma, no han quedado resueltos. Entre ellos, la directora de Turismo apunta a la territorialidad de la norma ("no es lo mismo la temperatura en Bilbao, en Cantabria o en Sevilla"), la "poca información con la que contamos hasta ahora", y que "estamos en agosto, cuando habría que ver si es viable instalar puertas nuevas, planificar inversiones y hacerlas, desde el punto de vista técnico y por las vacaciones nacionales".

La opinión de CEOE es parecida a la que estos días han apuntado los hosteleros, otro de los colectivos afectados por las nuevas medidas. En su caso, el presidente de la asociación Hostelería de EspañaJosé Luis Yzuel, celebró que fuera el primer decreto ley con el que "van a poder ahorrar", pero apuntó que la ley está hecha "deprisa" y con "algunos errores" como los choques con otras normas como la Ley de Riesgos Laborales, que permite programar la temperatura en 25 grados.

De CEOE a Cehat: todos quieren cumplir

Pese a voces como la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que aseguró que "Madrid no se apaga", las empresas se inclinan estos días por "querer cumplir" con la norma del Ejecutivo, pese a las dudas sobre su aplicación.

Para el sector hotelero, las medidas anunciadas por el Gobierno "no nos pillan por sorpresa". "Desde el sector hotelero siempre hemos venido trabajando en sostenibilidad y ahorro energético. Somos consumidores de electricidad, ello va directamente a nuestra cuenta de resultados, y por lo tanto venimos trabajándolo desde hace muchos años", explicaba en conversación con este periódico el presidente de la patronal Cehat, Jorge Marichal, que avanzaba: "Cumpliremos la normativa y daremos las máximas evidencias de confort a nuestros clientes para que sigan confiando en la experiencia vacacional en nuestro país.

A partir del día 9 de agosto, tanto los escaparates de las tiendas como los edificios públicos que en ese momento estén desocupados deberán apagar su alumbrado a las 22 horas. Con esta medida, que estará vigente hasta octubre de 2023, el Gobierno pretende reducir el consumo energético en el contexto de la guerra de Ucrania. Junto a esto, el Ejecutivo obligará a que la temperatura de comercios y grandes almacenes, cines o transportes se limite a 27 grados máximo en verano y 19 mínimo en invierno. Además, las puertas de los comercios deberán tener cierres automáticos.

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    xaxonem

    Cualquiera, medianamente sensato, cuestiona una medida que solo está dedicada a la complacencia de la inutilidad.