Los correos de los 'lobos' de Catalunya Caixa: "Hay que espabilar, a tope con el 0,50%, A TOPE!!!!"

Una nueva remesa de correos electrónicos de la dirección de Caixa Catalunya, publicada por la Cadena Ser, refleja la agresividad de los altos cargos de la compañía en el campo de las preferentes, donde se buscaba la venta de estos productos a inversores extranjeros, a través de traducciones al inglés y al alemán de sus ofertas, debido a que en este colectivo “no rige la limitación de 60.000 euros”.

"En fondos hay que espabilar, a tope con el 0,50%, A TOPE!!!!" explica una parte de los correos, donde quien envía el mensaje, en 2008, solicita que se busquen clientes entre directivos, para situar sus preferentes y deuda subordinada, llegando a remitir a sus trabajadores un argumentario comercial “para facilitar su venta” como un producto seguro, tal y como aparece en la película El Lobo de Wall Street, donde los financieros de Wall Street poseen un guión para vender los productos tóxicos a los inversores.

“Caixa Catalunya tendría que hacer temblar a la competencia”, explica uno de los correos, enviados entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, en donde se puede observar como la entidad intentó colocar preferentes a ciudadanos extranjeros no residentes en España.

En el correo recomiendan no “canalizar todo el ahorro hacia este producto exclusivamente”. Los e-mails se enviaban de manera permanente a los empleados de distintas oficinas en la zona de Asturias y Galicia.

“TODOS tendrían que hacer cola en las oficinas” explica el colaborador más cercano al que fuera en 2008 director de la zona Madrid-Castilla de Caixa Catalunya, haciendo referencia a los directivos en un mail dirigido a todas las oficinas: “LLAMARLES Y DECIRLES QUE NOS TRAIGAN SU DINERO, QUE LES PAGAREMOS EL 5%”.

En otro correo se busca captar la máxima cantidad de clientes, pero prohíbe devolver dinero y anima a sus empleados a seguir colocando ofertas: “SI TODOS NOS PONEMOS…PODEMOS!!! VAMOS!!!”. Este e-mail de una forma muy común entre los correos de comunicación interna, donde se presionaba a los vendedores mediante un posdata permanente: "Quien no pueda asumir estos objetivos, ruego se ponga en contacto conmigo".