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El caladero de las fusiones: Ibercaja se abre hueco en empresas a costa de CaixaBank y Unicaja

El banco aragonés se acerca a su objetivo de alcanzar una cuota del 2% en empresas, con un fuerte crecimiento sobre todo en Madrid y el Arco Mediterráneo.

Ibercaja
Sede de Ibercaja. Europa Press.

Ibercaja saca rédito a las fusiones de la era Covid. El banco aragonés acaba de cumplir dos años en el segmento de empresas y ya tiene una cuota de mercado superior al 1,5% a costa de CaixaBank y Unicaja, que han perdido clientes tras las integraciones con Bankia y Liberbank, respectivamente. De hecho, ya tiene casi 76.200 empresas en su base de clientes, sin tener en cuenta a autónomos.

"Estamos captando clientes de empresas derivados de las fusiones, evidentemente. Pero es más un goteo”, reconoció ayer Teresa Fernández, directora de banca de empresas de Ibercaja. El equipo directivo ambiciona seguir reforzando su cuota en este segmento en un momento crucial por la llegada de los fondos europeos. El banco se marcó el objetivo de arañar clientes sobre todo a CaixaBank de las empresas procedentes de Bankia, por su fuerte presencia en Madrid y el Arco Mediterráneo.

Sin ir más lejos, el 70% del crecimiento, tanto en volumen como en nuevas empresas, se ha producido en estas dos áreas, que se erigen como las principales zonas de expansión, incluso por encima de Aragón (+15%). Ibercaja ha captado más de 4.600 clientes de empresas en los diez primeros meses de 2022, un 20% más que un año antes. También ha incrementado un 4,6% el crédito a las compañías en 2021 y un 5,4% en 2022.  

Estamos captando clientes de empresas de las fusiones bancarias. Es un goteo", Teresa Fernández, directora de banca de empresas de Ibercaja

Las fusiones suelen ser una oportunidad para el resto de competidores. Los cambios de directivos, los ajustes de empleo y la creación de una oferta comercial conjunta entre entidades con culturas corporativas provocan una fuga de clientes. En el caso del negocio de empresas, las integraciones propiciaron trasvase de clientes por la concentración de riesgos, como señalan fuentes financieras.

Como atractivo para captar empresas, Ibercaja descarta por el momento remunerar por los depósitos. La apuesta sigue siendo la de canalizar el exceso de tesorería de las compañías hacia fondos de inversión ligados a la deuda pública española e italiana, que ofrecen más rentabilidad que los depósitos y que son el producto equivalente por su menor riesgo.    

Víctor Iglesias creó hace dos años una dirección para reforzar su apuesta por la banca de empresas, que será uno de los puntales del plan estratégico hasta 2023.  Y para profundizar en esta línea de negocio reforzó la gestión comercial y ha desplegado por todo el territorio nacional ocho centros y un equipo de más de 400 empleados especializados en este área.

Sin preocupación por la morosidad

La incertidumbre económica ha puesto en guardia al equipo directivo, sobre todo después de que el Banco Central Europeo (BCE) anticipe una oleada de insolvencias de compañías en 2023. Pero para la entidad el riesgo está acotado, con una tasa de morosidad en empresas del entorno del 3%. "La morosidad subirá, pero no nos preocupa", garantiza Cristina Mateo, directora de desarrollo de negocio de empresas de Ibercaja.

La cúpula aspira a alcanzar una cuota de entorno al 2%, que contribuya a mejorar la rentabilidad. Ibercaja declara una rentabilidad sobre patrimonio tangible (ROTE) del 7,2% a cierre de septiembre y se ha marcado el objetivo de superar el 9% a finales del próximo año.  

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