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Economía

Los bufetes se preparan para un repunte de los concursos de acreedores con la recesión

Los expertos esperan una contracción de la economía tanto este trimestre como el siguiente. Históricamente, en los periodos de caída del PIB se han incrementado los concursos de acreedores

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Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz EFE

Cada vez son más los expertos y analistas que pronostican que el Producto Interior Bruto (PIB) pasará del estancamiento al terreno negativo este trimestre, un periodo que podría prolongarse hasta la primavera y dar lugar a lo que se conoce como recesión técnica. Como es evidente, si la economía va mal, las empresas también van mal. Y en base a esa premisa, los despachos de abogados anticipan un incremento de los concursos de acreedores en los próximos meses y se preparan para ello.

Así lo apunta Luis Martín, socio fundador de Abencys. "El número de concursos depende de la situación del PIB. Ante un PIB negativo se van a producir más concursos, todo dependerá de la magnitud de la caída en los próximos trimestres", comenta en conversaciones con Vozpópuli.

Martín explica que históricamente "a medida que va bajando el PIB, automáticamente empiezan a subir los concursos de acreedores". Con el gráfico de la evolución trimestral del PIB y de los concursos de acreedores como base, en el cuarto trimestre de 2008 y primer trimestre de 2009, cuando el PIB se situó en terreno negativo en tasa anual y trimestral (escala derecha del gráfico), el número de concursos se duplicó, pasando de 849 en el tercer trimestre de 2008 a 1.670 en el primer trimestre de 2009 (escala izquierda).

La cifra llegó a aproximarse a los 3.000 concursos al final de la crisis financiera, en el año 2013, con el PIB aún en terreno negativo, por debajo del 0%. "En ese valle, antes de empezar el crecimiento en 2014, se produce el máximo de concursos", destaca Luis Martín. A partir de entonces, las tasas positivas en el PIB tanto en términos anuales como trimestrales, fueron acompañadas de una moderación en el número de concursos por debajo de los 2.000.

La parte final del gráfico muestra la fuerte caída en el PIB en 2020 por la falta de actividad que acarreó la pandemia, aunque en este caso se produce una "distorsión" por la moratoria concursal, que hasta junio de este año permitió a las empresas en situación de insolvencia sortear la declaración de este procedimiento e impide que sus acreedores lo soliciten. Aún así, cuando se recupera la reinicia la actividad y el PIB rebota de manera positiva, en el segundo trimestre de 2021, los concursos caen de casi 3.000 a 1.900.

La economía se encamina a la recesión

Ahora España está inmersa en una nueva crisis -elevada inflación, altos tipos de interés, problemas de suministro energético y alimentario, y persistencia de la guerra en Ucrania- que ha acarreado ya un estancamiento del PIB en el tercer trimestre. En concreto, la economía española creció sólo un 0,2% este verano.

El dato lo reveló el pasado viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). avanzando que el PIB se encuentra ya en una situación de estancamiento y se encamina a la recesión técnica, que consiste en el encadenamiento de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. Este parón económico se explica por la contracción del consumo y un tirón mucho menor de las exportaciones, el factor que tanto ha contribuido para afianzar la recuperación tras la pandemia.

Lo que se espera para los próximos meses no es más positivo. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) es uno de los diferentes organismos económicos que pronostica la entrada de España en 'recesión técnica', ya que, según sus previsiones, el PIB entrará en "terreno negativo" en entre octubre y diciembre. Y mantendrá ese signo durante el primer trimestre de 2023. Se alinea así con BBVA Research, servicio de estudios de la entidad financiera y uno de los primeros 'think tank' en augurar que esto ocurriría.

En este sentido, Guillermo Prada, economista y socio de PradaGayoso, también cree que "es previsible que aumente la cifra de concursos". En PradaGayoso reconocen que están notando que "las empresas se anticipan a contactar con un asesor para explorar opciones", algo que consideran "muy positivo" porque "se maximizan las oportunidades, puesto que "dejar pasar el tiempo sin actuar equivale a ceder el control del proceso de reestructuración a los acreedores y reducir el abanico de opciones”.

En todo caso desde los despachos consultados aseguran que, en su opinión, no se producirá un 'boom' de concursos de acreedores. "Tendría que haber un hundimiento significativo del PIB, y durante un tiempo prolongado, para que haya una avalancha de concursos, porque la moratoria ha hecho que muchos negocios simplemente hayan echado la persiana", comenta Luis Martín.

Guillermo Prada argumenta que no se producirá tal 'boom' porque el nuevo marco legal para la reestructuración de empresas en dificultades desincentiva la utilización del concurso e incentiva los planes de reestructuración. Además, "a partir del 1 de enero las microempresas (menos de 10 empleados y con una facturación inferior a 700.000 euros o un pasivo inferior a 350.000 euros) no podrán acudir al concurso. La ley prevé para ellas un instrumento específico, el llamado 'procedimiento especial para microempresas', que podrá ser de continuación o de liquidación”, añade.

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