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Economía

Dardo de Bankinter a BBVA: "Preocupa el estado de las finanzas públicas de Turquía"

El departamento de análisis de la entidad naranja advierte de que la invasión de Ucrania y la consiguiente alza de las materias primas seguirá introduciendo presión en el país donde BBVA planea seguir creciendo

BBVA
El presidente de BBVA, Carlos Torres. Europa Press.

BBVA no cesa en su empeño de seguir creciendo en Turquía a pesar de que los datos apuntan a que el país no está en su mejor momento económico. Cada vez son más los críticos con el país y ahora también se ha sumado la casa de análisis de Bankinter, al asegurar que "preocupa el estado de sus finanzas públicas".

Tal y como se desprende del informe de estrategia trimestral de la entidad naranja, Turquía sufre actualmente una inflación histórica, tras registrar en febrero una subida hasta el 54,4% frente al 15,6% que tenía un año antes y su dependencia energética no augura un cambio a mejor.

El banco central mantiene los tipos de interés en 14%, pero probablemente se vea obligado a subirlos en los próximos meses. Algo que permitiría recuperar, parcialmente, parte de la confianza inversora, que cuestiona la independencia de su banco central al considerar que es altamente intervencionista. Erdogan mantiene claramente una postura contraria a elevar los tipos de interés y por ello varios banqueros centrales han sido reemplazados en los últimos años, recuerda Bankinter.

A esto hay que sumar la pérdida de inercia en el crecimiento del PIB turco. En 2021 creció un 11,5%, pero este año se frenará hasta el 3,4% y 2023 cerrará con un 3,9%, según los datos estimados por este mismo banco. También preocupa el estado de sus finanzas públicas.

Turquía ha combinado grandes obras de infraestructuras con fuerte crecimiento del crédito. Ello ha permitido crecimiento económico generoso, pero también elevada inflación y fuertes déficits por cuenta corriente, que fueron financiados con deuda exterior y reservas y lastraron a la lira. Por otra parte, el déficit por cuenta corriente alcanzó en enero el mayor nivel desde 2017, por el alza de los precios energéticos.

En definitiva, el futuro de Turquía viene marcado por una "inflación galopante" que empeorará por su dependencia energética; por la guerra de Ucrania, que impacta directamente en términos de crecimiento económico por el alza de las materias primas. Pero además porque es un importante destino turístico para rusos y ucranianos.

BBVA lo sigue intentando

Sea como fuere BBVA sigue adelante con la operación de compra de la totalidad de Garanti. Ni la guerra entre Ucrania y Rusia, que claramente tendrá un fuerte efecto en la inflación y crecimiento de Turquía ha parado los planes del consejero delegado de BBVA, Onur Genç, de desplegar todo su poder en su país de origen.

La obsesión del banquero turco por expandirse en el país otomano se llevará por delante gran parte de la plusvalía obtenida por la venta del negocio en Estados Unidos, mercado por el que Banco Santander, su principal rival en España, apuesta cada vez más.

Fuentes de la entidad consultadas por este medio han asegurado a Vozpópuli que "las autorizaciones regulatorias siguen su cauce y tiempos habituales". Lo que se traduce en que el banco no se plantea dar marcha atrás en la operación, que se espera que se cierre este mismo mes de marzo.

El consejo de administración de BBVA acordó lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) voluntaria sobre el 50,15% que no posee de Garanti BBVA a un precio de 12,20 liras turcas por acción, lo que supone una valoración de 2.249 millones de euros, unas 25.697 millones de liras turcas. Aunque en este caso, el precio que se pague por el banco es lo de menos, ya que la enorme fluctuación de la lira turca hace casi imposible vaticinar el valor final al que se realizará la operación.

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