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Banca

Los banqueros tumbarán un plan más ambicioso de Calviño para las hipotecas

El Gobierno se abre a revisar el pacto hipotecario tras su pinchazo en menos de tres meses de vida. Las entidades advierten de que costó acercar posturas para cerrar un acuerdo de mínimos y con un cambio contable de última hora para limitar las provisiones

Sánchez y Calviño
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño Europa Press

El Gobierno se abre a revisar el pacto hipotecario cuando todavía no se han cumplido ni tres meses. En ese momento, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, arrastró a los bancos a un acuerdo in extremis para evitar la erosión de su reputación, pero ahora las entidades no están dispuestas a ceder en nuevas medidas adicionales a la espera de que el euribor se acerque a su techo, según distintas fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.

El pacto se labró bajo la premisa de que facilitaría el pago de la hipoteca a más de un millón de familias. Una promesa que quedará en papel mojado y que no llegará ni a la mitad de los hogares, que se cuentan por centenares en los primeros meses de la vida del acuerdo.

“Costó mucho llegar al pacto de mínimos”, resumen desde una de las grandes entidades del Ibex. De hecho, un cambio contable introducido a última hora para limitar las provisiones fue lo que desatascó la negociación.

Calviño anunció ayer en el Congreso que citará el 9 de marzo a las patronales para evaluar el acuerdo y dejó abierta la posibilidad de tomar “medidas adicionales". Pero los bancos lo tienen claro y ven este gesto más como “pura cosmética política”, como señala un alto directivo de una entidad. “No hay más medidas que se puedan explorar para ampliar el pacto. Ahora toca que todos hagamos el teatro por la presión de Podemos”, advierten desde otro de los grandes bancos.

Los bancos avisan de que el pacto hipotecario ha sido un fracaso porque se creó para un problema que no existía y que se pone de manifiesto con el intento de Calviño de dar otra vuelta de tuerca"

La primera pata del acuerdo reforzó el alivio para los hogares vulnerables cubiertos por el Código de Buenas Prácticas vigente y para rentas inferiores a 25.200 euros al año. En este caso se permite rebajar el tipo de interés durante el periodo de cinco años de carencia (hasta Euribor - 0,10% desde el Euribor + 0,25 actual).

Para cumplir con las exigencias de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, de llegar a las clases medias, se creó además un nuevo código que permitiera a las familias con rentas inferiores a los 29.400 euros congelar la cuota durante al menos doce meses y alargar hasta siete años el plazo de amortización del crédito.

Los equipos de riesgos de los bancos rebajan con fuerza las expectativas del Gobierno y reducen el universo potencial de beneficiarios a menos del 13% de la cartera viva de hipotecas. “Se demuestra que es una solución que se creó para un problema que no existía”, insisten las fuentes consultadas.

Poco traspasos de variables a fijas

En la reunión de marzo, como adelantó la vicepresidenta económica, también se examinará otra de las medidas estrella del pacto: la supresión de la comisión a todos los hipotecados por cambiar de un tipo variable a una de interés fijo. Los bancos descartan un trasvase masivo por el encarecimiento de los tipos fijo, por encima del 3%, y que hacen poco atractivo para el cliente cambiar las condiciones del préstamo, como reconoce un director financiero de uno banco que pide el anonimato.

En el sector se asume con cierto desazón que el Gobierno ponga de forma recurrente a los bancos en el foco del debate público ahora que el negocio se "normaliza" con la subida de los tipos de interés y tras casi una década de 'dinero gratis'. Y sin apagar un fuego, vuelve a surgir otro, como el emergente sobre el retraso en el pago de los depósitos.

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