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Economía

Popular inicia con la compra del BX+ mexicano la búsqueda del 30% de su beneficio fuera de España

Ángel Ron, presidente de Banco Popular.

La compra del 24,9% del grupo financiero mexicano BX+ es sólo el primer paso de la expansión internacional que pretende el Popular. No en vano, el banco presidido por Ángel Ron pretende que, en 5 años, el 30% de su beneficio provenga de fuera de España. El Popular, al igual que el Sabadell, que también ha fijado México como mercado en el que cimentar su crecimiento internacional, no quiere afrontar la próxima crisis económica con una estructura de negocio cerrada únicamente en nuestro país.

Desde el banco aclaran que ganar terreno en el exterior es un proyecto a medio plazo, cuestión de años, y que la idea no es estar en una decena de países sino en unos pocos con que garanticen estabilidad legal y de negocio. Ángel Ron, su presidente, cifra este calendario en un plazo de cinco años, según indicó en un entrevista a la agencia Efe.

En la actualidad, Popular solo posee en torno al 6% de sus activos fuera de España, con más de 200 sucursales en Portugal y su presencia en Miami (EEUU), donde gestiona el Totalbank, con 19 oficinas y unos 2.000 millones de dólares en activos. Precisamente es en esta región donde Popular quiere descansar parte de su estrategia de crecimiento. "Tenemos interés por crecer en Florida, porque es la puerta de entrada a América Latina y por la recuperación económica que está experimentando" tras la reciente crisis inmobiliaria, que hizo caer el precio de la vivienda en un 50%, explicó Ron en la citada entrevista.

Pero la vista de Popular alcanza también a otros países con potencial económico y una clase media en desarrollo, como México, una economía que "tiene mucho recorrido por delante", según inciden varios ejecutivos del sector financiero. En este contexto se enmarca el acuerdo firmado con la familia mexicana Del Valle, quien a su vez se convierte en el primer accionista del banco español con un 6%.

En España, sin embargo, la estrategia es diferente, dado que la entidad no ve prioritario hacer más compras, sino seguir apostando por la banca de proximidad, con un modelo de negocio basado en el apoyo a empresas, profesionales y autónomos, donde considera que sigue habiendo margen. No se descarta realizar alguna operación corporativa siempre que genere el suficiente valor y pudiera acomodarse al precio al que está dispuesto a pagar el Popular. El banco considera que tiene una presencia y un tamaño razonable en España tras la fusión del Pastor, que les ha hecho contar con una red de unas 2.000 sucursales, de las que no descarta traspasar algunas a la entidad que creó con su socio Credit Mutuel.

A más corto plazo, el Popular está pendiente del nuevo marco supervisor del Banco de España para tomar una decisión acerca del reparto de dividendo. Así lo manifestó este viernes, el vicepresidente del Banco Popular, Roberto Higuera. "La intención de la entidad es volver a pagar el dividendo a sus accionistas cuanto antes. Tenemos mucho accionista minoritario al que sí le importa el dividendo, pero estamos un poco pendientes de cómo se define el marco regulatorio”, aseguró Higuera tras participar en un debate organizado por PwC y el IE Business School.

El vicepresidente del Popular ha señalado que la entidad no ha recibido ningún mensaje del Banco de España relacionado con la limitación del dividendo para el año que viene y ha avanzado que el Banco Central Europeo (BCE) podría emitir alguna indicación o recomendación al respecto.

“No sabemos lo que dirá el BCE. Estamos esperando a ver. Se ha anunciado que tal vez podrían tener un punto de vista en el 2014, pero no tenemos todavía una indicación. De aquí a fin de año hay cosas por definir, como las provisiones genéricas”, ha añadido.

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