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Economía

El ocaso del clan Espirito Santo, los amigos banqueros del rey Juan Carlos

Ricardo Salgado, el último Espirito Santo al frente del BES.

En la historia de la familia Espirito Santo todo es superlativo. El fundador de la saga fue abandonado recién nacido en la puerta de una iglesia. Recibió el apellido de Espirito Santo tras su confirmación. Ese joven José María comenzó vendiendo lotería española, porque los premios eran superiores que los repartía la lotería portuguesa, y le dejaban más margen para iniciar sus inversiones en Bolsa. Años más tarde, en la opulencia de los buenos negocios, la familia comenzó a recibir en su casa a personalidades como Richard Nixon, el rey Simeón de Bulgaria o el entonces príncipe Juan Carlos.

En aquellos años de los 60 y 70, los del exilio de la Familia Real española en Estoril y Cascais, el joven Juan Carlos cimentó su amistad con esta familia de empresarios y banqueros. Con los mayores y con los jóvenes del clan. En fiestas, en actos culturales o navegando. Décadas después, en el año 2000, ocho después de la creación de BES España, los Espirito Santo llegaron al mundo de la vela nacional de la mano de Juan Carlos, ya rey. El enorme espí verde con el logotipo del BES (Banco Espirito Santo) dominó su categoría, la caduca clase 500, durante varias temporadas. El armador de aquel equipo era otro íntimo del rey, el duque de Airón, Gonzalo Fernández de Córdoba, con quien el rey fue olímpico en Munich'72 en la clase Dragón.

Aquel éxito de patrocinio captó a algún que otro cliente de postín para el BES en el circuito de regatas español. Eso se decía, en aquellos años, en radio pantalán, la 'radio macuto' del mundo de la vela española. Incluso se llegaba a comentar que el propio monarca tenía cuenta en la entidad de sus amigos banqueros portugueses de toda la vida. Nadie lo confirmó, pero tampoco sonaba descabellado en un entorno en el que las pocas veces que apareció un Espirito Santo dejó clara su amistad con el rey abdicado.

El 'BES' lo ganó todo en el mar en unos años en los que el sistema financiero se peleaba por el éxito en las regatas. Allí estaba el 'CAM', patroneado por el entonces Príncipe Felipe, el 'Caixagalicia' y el mudo logotipo de La Caixa (poca mancha y ninguna sigla) en el blanco inmaculado del 'Bribón' del rey Juan Carlos.

El rey Juan Carlos cimentó la amistad con la familia en los años del exilio en Cascais y Estoril. Décadas después, el monarca abdicado introdujo a los Espirito Santo en el mundo de la vela en España

En tierra, el holding de los Espirito Santo dominaba la vida empresarial portuguesa y de sus antiguas colonias, a través de su matriz Espirito Santo Internacional (ESI). Una atalaya de éxito que se ha convertido en un débil castillo de naipes que amenaza con llevar al ocaso a la familia de banqueros amigos del rey Juan Carlos.

La semana comenzó diluyendo a la familia de su banco en un 5%, hasta rebajar su participación a un 20%. Una posición accionarial que se ve amenazada por las garantías en acciones del BES que disponen los acreedores de las diferentes sociedades del grupo ante los concursos que solicitarán diferentes sociedades del entramado societario. Precisamente, en esa cuantía del 20%. Sin embargo, la madeja de la reestructuración de una deuda cercana a los 7.000 millones apenas se ha deshilachado. Y amenaza con enredarse aún más.

La Fiscalía General portuguesa decidió, este viernes, comenzar a investigar el agujero de las diferentes sociedades del grupo. "Estamos analizando la posible relevancia penal de estos acontecimientos. De ahí, la apertura de investigaciones", anunciaba una fuente del ministerio fiscal luso en el diario luso Publico. En Panamá, el banco central de aquel país ha tomado el control, de forma temporal, del Es Bank, una filial de Espirito Santo Finantial Group (ESFG), la sociedad dueña del 20% del BES.

El regulador panameño justifica esta decisión en la "necesidad de proteger y defender los intereses de los depositantes y acreedores de la institución ante una situación de iliquidez y potencial insolvencia". "La actual situación de Es Bank Panamá", prosigue el regulador, "son consecuencia de los problemas de sus principales accionistas que limitan su acceso a los recursos financieros y afectan a su capacidad de proseguir con su actividad".

En Portugal, el gobernador Carlos Costa combina sus mensajes de confianza hacia el BES con otros que adelantan su posible futuro: la ayuda del Estado en la recapitalización. De hecho, Costa anunció este viernes en el Congreso portugués que el Estado luso cuenta con una línea pública de 6.400 millones a disposición del BES. Sin embargo, el regulador está promoviendo una solución privada para el Banco Espirito Santo. Incluso, fuentes del mercado, no descartan la posible entrada del Santander en el BES dada la intención del grupo que preside Emilio Botín de crecer en Portugal. De hecho, Santander y BBVA han mantenido contactos para que Santander Totta adquiera la filial portuguesa del banco presidido por Francisco González.

Botín siempre ha querido que sus 'Santanderes' ocupen una de las tres primeras posiciones del podio financiero en aquellas geografías en las que opera. Adquirir el BES, situaría al Totta en el liderazgo en Portugal. Sea o no sea Botín, el final del BES está lejos de la familia. Esta semana perdió el poder ejecutivo. No tardando mucho cederá también el testigo en los sillones del consejo. Un gesto simbólico del ocaso de este clan.

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