Quantcast

Economía

Otro freno a la recuperación: España tiene los créditos al consumo más caros de toda Europa

Imagen del Banco de España.

La larga travesía de la crisis ha variado los hábitos de consumo de las familias. En parte, por factores endógenos. Pero, además de la elevada tasa de desempleo o la enorme carga financiera de muchos hogares, existe otro gran factor exógeno que está ralentizado la recuperación del consumo interno: los elevados tipos de interés de las nuevos préstamos que no tienen una finalidad inmobiliaria. Así lo constata el Banco de España en el Boletín Estadístico de mayo. El supervisor asegura en su trabajo que España, junto a Portugal, presenta los créditos al consumo más caro de toda la Unión Europea.

“El coste de los préstamos para el consumo, más afectado por la percepción del riesgo en la economía”, sostiene el supervisor en el Boletín, “se mantuvo en niveles elevados del 6,6% de media durante 2013, con un comportamiento heterogéneo por países dentro de niveles muy diferentes. Los tipos más elevados se aplicaron en España y en Portugal, mientras los registros más bajos en Francia, Holanda y Austria”.

Este tipo del 6,6% se refiere a los créditos con vencimiento a un año. Sin embargo, el tipo medio ponderado de los créditos al consumo en España, que aglutina principalmente la financiación a través de las tarjetas de crédito, se elevaba en marzo hasta el 8,93%, según la última estadística del supervisor, ligeramente por encima del 8,90% del cierre de año. Para las operaciones entre un año y cinco años, los precios se elevan hasta niveles del 10,04%. En términos TAE (incluyendo comisiones), los hogares pagan hoy el 9,62%, prácticamente lo mismo que en 2009.

Lo relevante no es sólo el hecho de que la financiación de productos de consumo esté por las nubes, sino su evolución, toda vez que mientras el Euribor -principal referencia del mercado hipotecario- no ha dejado de descender en los últimos meses (0,594% cerrará en mayo en las operaciones a un año), el tipo de interés del crédito al consumo sigue una línea ascendente desde hace año y medio.

Durante 2013, la banca esgrimía que el aumento de los precios del crédito al consumo aplicados en España tenía su origen, entre otros motivos, en el “incremento del coste de financiación de las entidades financieras de las economías periféricas provocado por la inadecuada transmisión de la política monetaria”. Ahora, sin embargo, la situación es radicalmente opuesta. Las entidades no tienen dificultad para financiarse en el mercado y los costes han descendido considerablemente al calor de la reducción de precios de las emisiones del Tesoro. Según los datos de la Memoria del Mercado de Deuda Pública, que publicaba este jueves el Banco de España, el coste medio de emisión en 2013 se situó en el 2,46%, 92 puntos por debajo de la cifra de 2012.

Frente a los elevados precios que aún mantiene la banca, aparece un dato positivo para las familias. Las entidades han relajado los criterios de aprobación de préstamos a los hogares para consumo y otros fines en el primer trimestre del año por primera vez desde 2010 debido a una "cierta mejora" de las expectativas sobre el curso de la economía y de la solvencia de los consumidores. Esta situación se traducirá, según el Banco de España, un incremento de las peticiones de fondos por parte de las familias para la compra de vivienda, consumo y otros fines.

En cuanto a los préstamos hipotecarios, éstos dibujan una curva contraria a los destinados al consumo. Los primeros movimientos de Bankinter y Santander de comercializar hipotecas con diferenciales por debajo del 2% han despertado algo de movimiento entre los competidores contribuyendo a un tímido descenso en los precios. Así, según los datos del supervisor, los tipos de interés de las nuevas operaciones para financiación de vivienda se situaron como media durante 2013 en el 2,8 % en los contratos a tipo variable y en el 3,2 % en los que tienen un período de fijación del tipo de interés superior al año, lo que supone una reducción en torno a 27 pb y 39 pb, respectivamente, con respecto a los tipos medios de 2012.

En el primer trimestre de 2014 también se observó cierta relajación en los criterios de aprobación de préstamos al segmento de pymes, como ya ocurrió tres meses antes, y, por primera vez desde principios de 2010, alguna entidad señaló mejoras similares en el de operaciones a las grandes empresas. Según el Banco de España, la oferta se hizo menos restrictiva en la financiación a corto plazo y no varió en aquella con mayor vencimiento.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.