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Economía

El Banco de España eleva la inflación al 4% este año y admite que puede ser "duradera"

Frente a la confianza del Gobierno en que la inflación sea transitoria, el Banco de España alerta ya del riesgo de que las presiones inflacionistas sean más duraderas de lo inicialmente previsto

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Sede del Banco de España. Europa Press

El Banco de España (BdE) admite que los problemas inflacionistas pueden alargarse más de lo previsto por las amenazas adicionales que han surgido al inicio del año, como las tensiones geopolíticas y la traslación a los precios de venta y a los salarios de las empresas. Esta advertencia contrasta con la confianza mostrada por el Gobierno en que la inflación será transitoria y remitirá en la segunda mitad del año, como remarcó esta semana la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.

De momento, el organismo que preside Pablo Hernández de Cos ha elevado su previsión de inflación y espera ya que el 2022 acabe con un Índice de Precios de Consumo (IPC) promedio cercano al 4%, frente al 3,7% estimado en las proyecciones realizadas a mediados de diciembre. Así lo avanzó este jueves la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, en una intervención pública.

La subgobernadora señaló que si bien la inflación tendrá un perfil probablemente descendente a lo largo del año por el carácter "transitorio" de los factores que la han provocado (la pandemia, los problemas de aprovisionamiento y el aumento de los precios de la electricidad), "en las circunstancias actuales no se puede descartar que aparezcan escenarios en los que las presiones inflacionistas sean más duraderas de lo inicialmente previsto".

La inflación se alarga

Para la institución, hay dos principales fuentes de ese riesgo y están relacionadas entre sí. Por un lado, la posibilidad de que la corrección de los precios energéticos sea menos pronunciada de lo previsto "por el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas". Además, a esto se suma la amenaza que supondría un aumento de los precios de venta de las empresas y, consecuentemente, de los salarios.

Sobre este último punto, la subgobernadora del BdE añadió que, de momento, esta traslación ha sido moderada, incidiendo en la necesidad de alcanzar acuerdos entre los agentes sociales que eviten los llamados efectos de segunda ronda. "Buena parte de la perturbación inflacionaria proviene de un encarecimiento de bienes que importamos y, por tanto, supone una pérdida de capacidad de compra de las rentas de los españoles, cuyo reparto entre hogares y empresas sería preciso acordar", sentenció.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, también reconoció este jueves en una rueda de prensa virtual que la inflación de enero en la zona del euro del 5,1% ha sido una sorpresa y que se debe a unos "precios de la energía más elevados, que aumentan los costes en muchos sectores", y a los alimentos. Asimismo, Lagarde admitió que las tensiones geopolíticas "han aumentado" y el conflicto entre Rusia y Ucrania podría incrementar más los precios de la energía.

La inflación subyacente (sin precios energéticos ni alimentos frescos) creció en enero hasta el 2,4%

Los expertos presentes en el Panel que elabora Funcas, que incluye a una veintena de organismos económicos, ya incrementaron la pasada semana en 1,1 puntos porcentuales su previsión del IPC promedio para 2022, hasta el 3,5% (tras cerrar el 2021 con una tasa del 3,1%). También aumentaron seis décimas la subyacente (que excluye el efecto de los precios de la energía y los alimentos frescos) hasta el 2% de media anual este año, lo que supondrá 1,2 puntos más que la de 2021.

En enero, el IPC se situó en el 6,0% en términos interanuales, cinco décimas por debajo de la tasa de diciembre (6,5%), pero aún en niveles récord de hace tres décadas, según ha avanzado el Instituto Nacional de Estadística (INE) esta semana. Por su parte, la tasa de variación anual de la inflación subyacente aumentó tres décimas, hasta el 2,4%. En enero, el Consejo General de Economistas (CGE) ya mostró su preocupación por este asunto, alertando de que la inflación se está convirtiendo ya en "estructural".

Más allá de las cifras concretas de las previsiones que, en palabras de la subgobernadora del BdE, "se quedan rápidamente obsoletas en un contexto tan incierto", Delgado ha destacado que "el inicio del año está siendo, a escala global, accidentado". En este sentido, "a muy corto plazo, el dinamismo de la economía en España y en el resto del mundo seguirá viéndose moderado, entre otros factores, por la extensión de la variante ómicron y por las incertidumbres que acechan en los confines orientales de Europa", añadió.

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