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Pacto de rentas 'de facto': las empresas no están trasladando la subida de costes a los precios

El Banco de España advierte, no obstante, de que se crearía una espiral inflacionaria en 2023 y 2024 si tanto empresarios como trabajadores no están dispuestos a seguir perdiendo poder adquisitivo.

BCE
Fachada del Banco de España. EUROPA PRESS

El pacto de rentas por los altos niveles de inflación ya existe de manera implícita. El Banco de España considera que las familias y los empresarios se reparten la pérdida del poder adquisitivo, a medida que a la contención salarial se suma que la mayoría de las compañías no han llegado a trasladar todo el aumento de sus costes de producción a los precios de venta, según constató hoy el director general de Economía y Estadística del banco central, Ángel Gavilán.

"Tras la fuerte reducción experimentada en 2020 como consecuencia del descenso generalizado de la actividad asociado a las consecuencias de la pandemia de COVID-19, en 2021 el margen sobre ventas repuntó, en un contexto de recuperación económica. Esta tendencia creciente del margen se interrumpió en 2022, como reflejo en gran medida de la dificultad que muchas compañías habrían tenido para trasladar a sus clientes el aumento de los costes de producción, en particular el asociado a los insumos energéticos, que se incrementó de forma notable", explica el Banco de España en un artículo analítico presentado hoy sobre la evolución de las empresas según la central de balances.

El retroceso de los márgenes fue comparativamente más intenso en el caso de las compañías del sector de la energía y en las de la industria, excluyendo el refino. En el lado contrario, en el sector de comercio y hostelería los márgenes sobre ventas siguieron aumentado "en un contexto de fuerte recuperación de la demanda tras el levantamiento de las restricciones vinculadas con la pandemia", apunta el organismo.

Riesgo para la competitividad

De hecho, el director general de Economía y Estadística constata que el 25% de las empresas han perdido valor añadido por no poder repercutir en el cliente el aumento de costes, ya que supondría una pérdida de la competitividad. En los nueve primeros meses de 2022, los gastos de personal crecieron un 6,9% por el efecto del incremento de contrataciones y por el repunte de salarios, que se elevaron un 3,2%.

La información recogida por la muestra trimestral de la Central de Balances (CBT) evidencia que en los tres primeros trimestres de 2022 la facturación de las empresas creció, en términos nominales, un 48,7 % en comparación con el mismo período del ejercicio precedente. Un año antes el incremento fue del 16,2%.

"Es obvio que los trabajadores han perdido renta al crecer sus salarios por debajo de la inflación. Y en el análisis sobre el comportamiento del margen sobre ventas también se observa que pese al aumento de resultados ha habido una pérdida de márgenes para la empresa", explicó Gavilán, quien no cifró la pérdida de renta de las empresas.

En cualquier caso, el Banco de España advierte de que se pueda producir una espiral de subida de precios en 2023 y 2024 si tanto empresas como trabajadores deciden poner fin a la pérdida de poder adquisitivo.

El análisis del banco central recoge una muestra de casi 1.000 empresas para los resultados de los tres primeros trimestres de 2022. Se trata sobre todo de grandes compañías, por lo que los datos pueden no ser del todo representativos del tejido empresarial español, con mayoría de pymes, según puntualiza el Banco de España.

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