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Banca

Unicaja pide a Europa una prórroga para cumplir con el rescate de Ceiss

El presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel.

Unicaja necesita más tiempo del previsto para cumplir con todos los requisitos de Europa. La entidad hasta hace poco presidida por Braulio Medel tiene dos grandes retos por delante: salir a bolsa y devolver los 604 millones en ayudas públicas que recibió su filial, Banco Ceiss (Caja España-Duero), antes de abril del próximo año.

Son dos desafíos muy complicados para lograr en apenas tres-cuatro meses, por lo que el banco malagueño ha decidido acudir a Bruselas para pedir más flexibilidad en el calendario, según tres fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Desde Unicaja Banco no hicieron comentarios. Las conversaciones llevan teniendo lugar varias semanas, y todavía no está claro de qué lado de la balanza se inclinará la Comisión Europea.

Unicaja se juega mucho con la devolución de las ayudas de Ceiss. Esta prueba de fuego llega en el peor momento: con los márgenes castigados, las dificultades para salir a bolsa y con la perspectiva de cada vez más requisitos regulatorios que van a exigir a todas las entidades acudir al mercado a captar capital.

Con ello, la entidad malagueña tiene dos opciones: hacer como Ibercaja e intentar devolver las ayudas públicas (en su caso de Caja 3) de forma orgánica; o pedir más plazo para ganar flexibilidad e intentar captar los 600 millones en la ansiada salida a bolsa.

Dos caminos

La amenaza en caso contrario es grande, ya que el contrato de compra de Banco Ceiss imponía dos cosas: que a partir de abril de 2017 la responsabilidad de devolver los bonos convertibles contingentes (CoCos) sea también de Unicaja; y que si no se han devuelto a tiempo (no está claro si en 2017 y 2018), el Frob podría tomar el control de Banco Ceiss. “En el supuesto de conversión de estos valores, el Frob adquiriría un porcentaje por determinar del capital social de Banco Ceiss que podría suponer la pérdida de control por parte de Unicaja Banco”, expone el folleto de emisión de convertibles de Unicaja de 2013.

Mientras se clarifican estas posibilidades, los últimos mensajes dados por Unicaja al mercado apuntan a que la entidad podría estar encaminándose como Ibercaja por la vía orgánica. De acuerdo a los últimos ejercicios de transparencia de la EBA (Asociación Bancaria Europea) y las exigencias del BCE hechas públicas para 2017, Unicaja tiene un colchón de capital de más de 500 millones. Además, acaba de vender el 0,5% de Iberdrola por 200 millones y una cartera de fallidos de 450 millones, por la que puede haber ingresado en torno a 20-25 millones.

En caso de que no devuelva las ayudas públicas a tiempo, Unicaja podría perder el control de las antiguas cajas castellano-leonesas

Para la salida a bolsa ya lo tiene todo preparado, aunque está esperando que se abra una buena ventana de mercado que aprovechar. En principio el plazo a cumplir era finales de 2016, aunque las turbulencias bursátiles no lo hacían aconsejable. Las subidas de las últimas semanas de los principales bancos españoles invitan al optimismo entre sus asesores, pero todavía se está lejos de un precio con el que Unicaja esté cómoda.

En lo que va de diciembre, la banca española ha subido de media un 15%, con repuntes destacados de Popular (casi un 23%), Liberbank (19%), y Sabadell, Bankia y CaixaBank (alrededor de un 16%). Sin embargo, la mayor parte de las entidades, sobre todo aquellas con todo el negocio volcado en España, cotizan con descuentos considerables sobre su valor en libros. Así, Banco Popular y Liberbank (posible comparable de Unicaja), cotizan a menos de 0,5 veces su valor contable. En este escenario, y teniendo en cuenta que el mercado podría exigir una prima de descuento a Unicaja para acudir a su colocación, salir a bolsa provocaría un agujero patrimonial a su principal accionista, la Fundación Unicaja, presidida por Medel.

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