Banca

Santander pide "reglas claras" al nuevo Gobierno y evita alentar una coalición PP-PSOE

Tiende la mano a cualquier Ejecutivo que se forme en España. Grisi se abre a comprar bancos en España siempre que "valgan la pena".

La presidenta de Banco Santander, Ana Botín
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín.

Santander pone deberes al futuro Gobierno, sea cual sea el color. Héctor Grisi, consejero delegado del Santander, ha instado a fomentar el crecimiento económico y la inversión privada en España, y ha pedido un marco con "reglas claras". Eso sí, no ha querido posicionarse en torno a posibles pactos y ha evitado alentar una coalición entre PP y PSOE, como piden los inversores de la City de Londres.

"Es prematuro. No tenemos una visión clara de lo que pueda suceder", se limitó a señalar el consejero delegado de Santander ante la pregunta de si un pacto entre PP y PSOE, los dos partidos políticos más votados tras el 23J, sería la mejor fórmula para garantizar la gobernabilidad y lanzar reformas estructurales.

Grisi ha defendido "tranquilidad y predecibilidad" en las políticas económicas. "Cuanto más aburridas sean las cosas, mejor para nosotros", ha defendido, si bien ha tendido la mano a cualquier formación de Gobierno: "Trabajaremos con cualquiera".

Críticas al impuestazo

El consejero delegado del Santander, en cambio, volvió a cargar contra el impuesto extraordinario para 2023 y 2024. El Santander ha pagado 224 millones este año, pese a lo que ha ganado un 7% más en el primer semestre. "Es discriminatorio porque penaliza al sector. Los bancos ya pagamos muchos impuestos y las empresas tienen que pagar lo mismo", ha criticado.

Grisi se ha abierto a que el Santander se lance a comprar a alguna entidad en España. "Estamos obligados a mirar todo. Veremos las que vengan y si alguna vale la pena. Veremos qué hacemos y si no valen la pena, las desecharemos como en el pasado", ha zanjado.

La subida de tipos en Europa ha relanzado las cuentas de los bancos. Santander ha obtenido un beneficio atribuido de 5.241 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone un aumento de 7,1% respecto al mismo periodo de 2022. Se trata del mejor primer semestre del grupo, pese a que pagó 224 millones por el impuesto extraordinario, que había cargado de forma íntegra en el primer trimestre. Sin este gravamen, el beneficio habría crecido casi un 12%.