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Banca

Santander y BBVA enfrían su interés por Popular por el riesgo de demandas

Sede del Banco Popular

La fusión de Banco Popular con un grande se enfría, al menos de momento. Distintos banqueros consultados por este medio señalan que no hay actualmente conversaciones en marcha y que el potencial interés por Popular de Santander y BBVA es ahora menor que a finales de 2016.

La razón es todo lo que ha pasado en el último mes: la corrección de las cuentas de 2016 y el anuncio de demandas en EEUU, México (contra los Del Valle) y España. Un reciente informe de Bank of America Merrill Lynch eleva hasta 2.200 millones el volumen total de pérdidas que podría sufrir Popular por demandas de inversores. "Creemos que este riesgo sobresaliente podría desmotivar a los interesados en comprar Popular", señala el banco de inversión norteamericano.

Así, los posibles interesados en Popular temen quedarse la entidad y que ésta se convierta en una segunda versión de Bankia, con demandas de pequeños inversores reclamando el dinero perdido en bolsa. "Nadie quiere asumir este coste, que al contrario que otros es casi imposible de cuantificar", señala un financiero cercano a Popular. Éste añade que no sólo está el riesgo económico, también está el desgaste reputacional, que sufre la red comercial y la marca, y el de recursos por todos los equipos que hay destinar para atender los procesos legales.

Por ello, la posibilidad de una fusión es ahora más baja: "El interés de Santander y BBVA se ha enfriado", señala un banquero de primera línea. "En marcha no hay nada", añade otro banquero próximo a la entidad presidida por Emilio Saracho.

Intentos previos

Tanto BBVA como Santander pusieron ofertas no vinculantes por Popular a finales del año pasado. La de la entidad presidida por Francisco González valoraba a su rival en unos 6.000 millones de euros (incluidas sinergias por 3.000-4.000 millones), mientras que Santander dio tan sólo una banda orientativa de precios, que fue rechazada por Ángel Ron.

CaixaBank por el principio no está tampoco por la labor de pujar por Popular ya que está centrada al 100% en la integración de BPI con su plan de 100 días. Un banquero consultado señala que aunque la entidad liderada por Gonzalo Gortázar quisiera quedarse Popular, "el BCE no le dejaría realizar su primera integración internacional y comprar" la entidad presidida por Saracho "a la vez". Sabadell descarta también asumir los riesgos inmobiliarios de Popular, y Bankia, a la que podría interesar, está centrada en la fusión con BMN.

Saracho está cada vez más convencido de que puede sacar adelante la ampliación de capital

A estas trabas para la fusión se suma que, según las mismas fuentes, Saracho está cada vez más convencido de que puede sacar adelante una ampliación de capital. De hecho, según los expertos de mercado esto es lo que ha penalizado a su acción en bolsa desde la junta ordinaria de accionistas de hace dos semanas.

"Asumimos que Popular va a intentar replicar la exitosa estrategia de Unicredit, empezando por generación de capital interna, unida a la aceleración de la venta de activos problemáticos, y entonces ampliar capital para lograr más estabilidad", explican los analistas de BBVA. La entidad italiana colocó con éxito 13.000 millones con un descuento de casi el 40%. Ese fue el temor (el 40%) que provocó una desbandada de inversores tras las primeras palabras públicas de Saracho.

Pero hay bancos de inversión menos optimistas con Popular, como Kepler Cheuvreux: "Nuestra visión es que el banco necesita más de 5.000 millones […]. Una adquisición es improbable dado que el comprador tendría que pagar los costes de reestructuración y las cláusulas de cambio de control en las alianzas con otras entidades. Desde nuestro punto de vista, la duda no es cuánto capital necesita Popular, sino si podrá conseguir dicha suma de capital en el mercado".

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