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Economía

Covid-19 en la automoción: de 22.000 millones de beneficios a 11.000 de pérdidas

De las grandes automovilísticas, la norteamericana Tesla ha sido la que mejor ha sorteado la crisis.

El sector de automóvil es junto al turismo uno de los que mayor azote está sufriendo en esta larga crisis provocada por la pandemia que está afectando a todos los continentes. Una crisis que ha llevado a que los 17 mayores grupos automovilísticos del mundo tuvieran una pérdida operativa conjunta en el segundo trimestre del año de casi 11.000 millones de euros, según un estudio de la consultora EY. Una cifra que contrasta con los cerca de 22.000 millones de euros de beneficio que esos mismos fabricantes de vehículos habían obtenido en el mismo período del pasado ejercicio.

"Un derrumbe de este tipo en la facturación, beneficios y ventas no se había producido nunca en el sector", aseguró el director del departamento de Automoción y Transporte de EY, Constantin M. Gall. La pandemia ha llegado a "paralizar temporalmente" la industria automotriz, con "consecuencias catastróficas", agregó.

Once de esas empresas cerraron el trimestre en rojo mientras seis consiguieron presentar beneficios. Sólo el fabricante estadounidense Tesla logró un resultado mejor que el del mismo período del año anterior, además de convertirse en la empresa más rentable del grupo, según los cálculos de EY.

Y es que el caso de la norteamericana merece un capítulo aparte, pues el valor de sus acciones además se ha revalorizado un 81% desde el 11 de agosto, cuando se anunció su partición, mientras que en lo que va de año la empresa ha multiplicado por cinco su valor bursátil, que ronda los 464.000 millones de dólares. En julio, la firma de Elon Musk anunció su cuarto trimestre consecutivo de beneficio, la primera vez en sus 17 años de historia y una sorpresa para los analistas, que esperaban que la multinacional se resintiera por el impacto de la pandemia de la covid-19.

La facturación cayó en todos los fabricantes, con un total acumulado en el trimestre de casi 177.000 millones de euros, una caída del 41% con respecto al mismo período del año anterior. No obstante, se registraron grandes diferencias entre los distintos fabricantes: la facturación de Tesla apenas cedió un 5% mientras la de Mitsubishi se hundía un 57%, la de Volkswagen cayó un 37%, la de Mercedes-Benz un 29% y la de BMW, un 22%.

Las ventas, en el global del mercado mundial, aguantaron mejor en términos agregados, en gran medida gracias a China, que inició antes su recuperación económica. El estudio estima que las ventas no recuperarán los volúmenes precrisis hasta 2022. Peter Fuss, uno de los autores del estudio, consideró que este shock tendrá "brutales" repercusiones en el empleo, algo que empezará a materializarse, en forma de despidos y cierres de plantas, "como pronto el año que viene".

Los concesionarios, rentabilidades negativas

Una crisis que ha afectado también sobremanera a los concesionarios españoles, que han sufrido por primera vez desde 2013 una rentabilidad negativa que se situó en el primer trimestre en el -0,56%, según datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam). Según la patronal de los concesionarios, el parón de la actividad registrado a partir del 14 de marzo terminó de lastrar el resultado trimestral de las redes, que ya había perdido fuelle antes del decreto del estado de alarma debido al menor dinamismo del mercado.

Las matriculaciones de turismos comenzaron el ejercicio con la misma tónica con la que acabaron 2019 y registraron caídas del 7,6% en enero y del 6% en febrero, acumulando un descenso del 30% en el trimestre, con retrocesos del 69,3% en marzo, del 95,6% en abril y del 72,7% en junio y del 10% en agosto. En julio subieron el 1,1%.

Según la misma fuente, las ventas de vehículos aportaron el 43,5% de la rentabilidad al concesionario en el primer trimestre, 4,2 puntos menos que un año antes, en tanto que los servicios posventa, elevaron su peso del 51 al 56,5%, principalmente por la mejora del departamento de recambios. Y es que mientras el departamento de ventas tuvo que echar el cierre como consecuencia del estado de alarma, el de posventa mantuvo servicios mínimos para poder garantizar la asistencia a vehículos esenciales.

Según el presidente de Ganvam, Raúl Palacios, la caída de la rentabilidad se acentuará debido a la inversión hecha por los concesionarios han hecho un "esfuerzo titánico" invirtiendo en herramientas digitales para el teletrabajo o la adaptación y protección de espacios para garantizar la seguridad de trabajadores y clientes.

"Todo esto se va a reflejar como coste en los siguientes trimestres, pero servirá para aumentar la rentabilidad cuando el mercado se recupere", ha apuntado Palacios.

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