España, en riesgo de aparecer en los índices de corrupción por el "mercado de citas" de la Seguridad Social

Gran preocupación del Consejo Económico y Social (CES) con el mercadeo que se está desarrollando respecto a las citas para atención de las Administraciones Públicas al ciudadano, especialmente en la Seguridad Social, pero también para trámites de Extranjería, el SEPE, en cualquier sitio en que sea necesaria una cita. Así lo advierte su Memoria de 2022, que se ha presentado este miércoles en Madrid. Es lo que su presidente, Antón Costas, denomina "a título personal", "mercado de citas".

Costas ha subrayado que este tipo de prácticas empieza a veces de forma no suficientemente advertida y es muy fácil que se conviertan en un problema estructural de difícil erradicación.

En este sentido, ha expresado su temor a que España acabe apareciendo en los cuatro ránkings internacionales sobre corrupción en el apartado de "corrupción menor" en que se enmarcan estas anomalías. En alusión a democracias menos consolidadas en las que hay que sobornar o realizar pagos a la Administración para trámites ordinarios.

En el caso que se está produciendo en España, el pago es a locutorios y despachos que ofrecen el servicio ante la enorme dificultad para conseguir cita, y que ha empezado amparado en la falta de presencialidad que se viene imponiendo con la pandemia y que fomenta el Gobierno de Pedro Sánchez en las Administraciones, en las que apuesta con insistencia creciente en las citas previas telemáticas. Por ejemplo, en la Agencia Tributaria, un ente donde todavía no parece que haya surgido el fenómeno del pago de citas.

Así, Costas ha alertado de que el índice de "alfabetización digital" de la sociedad española no es muy grande, sobre todo a estos efectos y para determinados sectores y edades.

El presidente del CES no ha querido valorar las declaraciones del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en las que ha negado que sólo se permita cita previa en la Seguridad Social.

Fuentes del Ministerio trasladan que sobre el tema de la compra venta "se hizo un análisis exhaustivo y se vio que únicamente el 1% de todas las citas solicitadas a la Seguridad Social, unas trescientas mil, se hacen desde robots". Desde que lo han detectado, aseguran que están bloqueando las IP de esas instancias que "están haciendo un uso espurio de las citas de la Seguridad Social". La segunda cuestión que están haciendo es "dificultar mucho más los procedimientos de identificación para que los robots no se nos metan en el sistema". Y la tercera cuestión es "mejorar la eficiencia en la gestión de citas".

El problema de las vacantes

La Memoria del CES también pone el foco en las vacantes. Costas ha señalado que este problema se pone de manifiesto con la gestión del Plan de Recuperación, que cree que va a llevar a repensar la estructura del mercado laboral español y sus carencias.

Por su parte, Raymond Torres, director de Coyuntura Económica de Funcas y que ha presentado la Memoria con Costas, cree que una parte se atribuye a la falta de adecuación de la formación de los trabajadores a las necesidades productivas y empresariales y otra, que no toda, a los bajos salarios, en algunos sectores.

Beneficios empresariales por encima de salarios

Costas y Torres han coincidido en que España vive una cierta "primavera económica" frente a la recesión que algunos organismos habían anunciado para el primer trimestre del año. Sin embargo, Torres ha advertido de que el ahorro embalsado se está acabando y que la recaudación no va a crecer más.

La Memoria pone de manifiesto que desde el repunte inflacionista los beneficios empresariales han aumentado un 3,1% respecto al nivel previo a la pandemia, mientras que las rentas laborales han descendido un 2,9%.

Antón Costas ha destacado que esta situación da mayor relevancia al V Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC) logrado en mayo, que "debería contribuir a recuperar parte del poder adquisitivo perdido por las personas trabajadoras". Con todo, Torres ha recordado que en la pandemia los márgenes empresariales cayeron mucho más que las rentas salariales.