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Economía

Menos alcohol y tabaco en la pandemia: la recaudación de Hacienda no remonta

Los ingresos tributarios de los seis primeros meses del año indican que el gasto en consumo suntuario sigue sin recuperar los niveles precovid

Vasos de cerveza en un bar.

El pasado año, los españoles nos bebimos 5.545 millones de euros en cerveza (sin incluir el IVA) y 1.991 millones de euros en alcohol y bebidas derivadas. En total, 7.536 millones de euros (sin IVA), que proporcionaron a Hacienda 921 millones de euros, solo en concepto de impuestos especiales. Si se suma la cantidad que 'fumamos', 7.380 millones de euros (sin IVA), el consumo total en este tipo de productos de difícil catalogación, rozó los 15.000 millones de euros, y el 'bocado' de la Agencia Tributaria, 7.166 millones.

Pero es que en el año previo a la pandemia, nos 'bebimos' 6.130 millones de euros en cerveza (sin IVA), 2.868 millones de euros en alcohol y bebidas derivadas, y nos 'fumamos' 7.781 millones de euros (sin IVA): en total, 16.779 millones de euros, por los que Hacienda ingresó 7.579 millones. A nadie puede extrañar que Hacienda esté todavía preocupada porque algunas figuras impositivas sigan sin recuperar la normalidad desde la irrupción de la pandemia.

En su último informe mensual, que recoge los los datos de los seis primeros meses del año, la Agencia Tributaria reconoce que, aunque los ingresos totales por impuestos en la primera mitad del año (90.475 millones de euros) han sido un 3,5% superiores a los del mismo periodo de 2019, algunas figuras, como el IVA (-1,2% en el acumulado hasta junio) y el Impuesto sobre hidrocarburos todavía están por debajo de la recaudación que se observó en 2019. Y lo mismo sucede con los impuestos especiales que gravan el consumo de alcohol y bebidas derivadas, cerveza y tabaco.

En el informe anual de 2020, la Agencia Tributaria reconoce que, en los impuestos devengados sobre el alcohol y las bebidas derivadas “la caída fue muy pronunciada (-30,4%). En lo concerniente a la cerveza concluye que “tampoco se había producido un retroceso de tal calibre (-12%). La Agencia destaca que, tanto en un caso como en el otro, “la disminución en el segundo trimestre del pasado año fue muy intensa (-53,5% y -23,7%, respectivamente), para, a continuación, producirse una recuperación que se frustró a final de año”.

A nadie puede extrañar que Hacienda esté todavía preocupada porque algunas figuras impositivas sigan sin recuperar la normalidad desde la irrupción de la pandemia

Los descensos en la recaudación de estos últimos impuestos muestran bien a las claras que el consumo de determinados productos se realiza más como un hábito social, como una forma de entender la vida, de relacionarse, que como una necesidad vital. Bares, cafeterías y restaurantes permanecieron cerrados muchos meses a lo largo del pasado año y el consumo no se desplazó a los hogares, toda que vez que también se prohibió la permanencia de personas que no fueran convivientes en los domicilios.

Durante los primeros meses de la entrada en vigor del estado de alarma, los informativos se afanaron en destacar el importante aumento de las compras de cerveza y bebidas espirituosas en tiendas de proximidad, supermercados y grandes superficies de distribución. En muchos momentos se llegó a hablar de acaparamiento en los hogares e, incluso, de un crecimiento del 70% en las compras de cerveza, que llegó a provocar localmente un desabastecimiento entre las dos últimas semanas de marzo y las primeras de abril.

Eso parecía, porque la realidad ha sido bien distinta. Durante el pasado año, el consumo de cerveza sujeto a imposición alcanzó los 3.505 millones de litros, un 12,1% menos que en 2019, o lo que es igual, 482 millones de litros menos, el equivalente al consumo de dos meses de invierno.

Es cierto que en 2019 el consumo de cerveza fue el más alto de los últimos cinco años, como también lo es que bares, cafeterías y restaurantes permanecieron durante varios meses cerrados o con limitaciones de aforo, tanto en el interior como en el exterior, y con horarios muy condicionados. Demasiadas circunstancias adversas para que los datos hubieran sido mejores.

El pasado año, los impuestos especiales de la cerveza produjeron unos ingresos tributarios a Hacienda de 307 millones de euros, 26 millones menos que en el ejercicio precedente: una caída del 7,8%. Entre los meses de enero y marzo de 2021, el consumo de cerveza ha sido de 691 millones de litros, un 14,16% menos. Es muy probable que cuando se conozcan los datos del segundo trimestre (hay un desfase de tres meses), la tendencia cambie.

En la comparación interanual hay que tener en cuenta que los tres primeros meses del pasado año solo se vieron afectados por la crisis sanitaria y sus restricciones durante la segunda quincena de marzo, mientras que en el presente ejercicio, la cuarta ola de la covid obligó a restringir de nuevo horarios de apertura y aforo de los establecimientos entre enero y marzo.

El consumo de cerveza, como casi todo en nuestro país, es muy estacional. Los meses de enero y febrero, así como el mes de noviembre, presentan siempre los menores consumos. Se corresponden con el final del otoño y lo más duro del invierno. En cada uno de estos meses se vienen a consumir alrededor de 220 millones de litros de media. Con la llegada de mayo, las cosas cambian y se superan los 350 millones de litros, y los 400 millones en junio, julio y agosto. En julio de 2019, por ejemplo, se consumieron 440 millones de litros; 434 millones en julio de 2020.

En la Agencia Tributaria hay datos globales de recaudación impositiva del primer semestre de 2021. La cerveza ha 'ingresado' a Hacienda 125 millones, un 10% menos que en la primera mitad de 2020, una cifra, que si las condiciones sanitarias lo permiten, puede corregirse sobradamente en la segunda parte del año.

Ingresos por las ventas de alcohol

Con las bebidas espirituosas y el alcohol ha pasado algo muy semejante. En junio se ha registrado un incremento importante de la recaudación tras las abultadas caídas anteriores. El crecimiento de los ingresos en estos impuestos especiales fue en dicho mes del 35,2%, que no ha podido evitar una disminución para la primera mitad del año del 14,2%. En relación con los datos de 2019 la pérdida es aún del 18%.

El consumo en litros equivalentes de alcohol puro (es la medida que utiliza Hacienda) fue en 2020 de 63 millones, un 30,6% menos que en 2019. El consumo en bebidas derivadas, con porcentajes medio de contenido en alcohol del 32%, ascendió a 193 millones de litros frente a los 281 millones del año anterior. La recaudación obtenida en la primera mitad de este año por sus impuestos ha sido de 265 millones de euros, frente a los 316 millones de 2020.

Por las labores del tabaco, Hacienda ingresó en 2020 un total de 6.245 millones de euros, frente a los 6.445 millones del año anterior. Se consumieron 1.937 millones de cajetillas, frente a los 2.061 millones del año anterior. Este año, los impuestos que gravan el tabaco han proporcionado a Hacienda 2.943 millones de euros, apenas 54 millones menos que un año antes.

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