Transporte

El Gobierno presta a Marruecos y Egipto 1.000 millones en tres meses para favorecer a la vasca CAF

En la era Sánchez se han firmado 1.400 millones en préstamos a Arabia Saudí, Marruecos y Egipto

  • Pedro Sánchez en el Congreso Regional del PSOE en Madrid -

El Ejecutivo español ha insuflado al menos 1.400 millones de euros en créditos a Egipto, Arabia Saudí y Marruecos, casi 1.000 millones de los cuales se han aprobado en menos de tres meses (Marruecos y Egipto). Se trata de préstamos para que los Gobiernos de estos países le confíen a la guipuzcoana CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) la fabricación de trenes o la modernización de parte de sus infraestructuras ferroviarias. En ninguno de los tres últimos proyectos el Ejecutivo ha decidido contar con Talgo, en una delicada situación tras un año sin encontrar socio industrial con el que ganar músculo en la fabricación de trenes, negocio al que se dedica.

El último de estos créditos se conoció anteayer. Se trata del más grande de los firmados con países árabes desde diciembre del año pasado hasta ahora: 750 millones de euros para el país regentado por Mohammed VI. La información es pública ya que fue aprobada vía Consejo de Ministros: "ACUERDO por el que se aprueba la concesión de un crédito reembolsable en condiciones concesionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con cargo al Fondo para la Internacionalización de la Empresa, F.C.P.J. (FIEM), a Office National des Chemins de Fer du Maroc (ONCF) / Ministerio de Economía y Finanzas de Marruecos, para financiar el proyecto de suministro de hasta 40 trenes interurbanos, por importe de hasta 754.302.566 euros", reflejaba el documento, consultado por Vozpópuli, que también publicó en su perfil de Twitter el ex diputado popular Pablo Cabronero.

Hace solo tres meses, se repetía otro préstamo, en este caso a Egipto. De nuevo, el Consejo de Ministros lo hacía público: "ACUERDO por el que se aprueba la concesión de un crédito, reembolsable en condiciones concesionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con cargo al Fondo para la Internacionalización de la Empresa, F.C.P.J. (FIEM), a National Authority For Tunnels (NAT) / Banco Central de Egipto, en Egipto, para financiar el proyecto de rehabilitación y modernización del material rodante de la línea 2 del metro de El Cairo, por importe de hasta 227.800.000 euros". Un contrato al que hay que sumar otro de 159 millones de euros para modernizar el metro de El Cairo, firmado en 2021.

Pero aún ha habido más créditos a países árabes para favorecer a CAF. En 2022 el Gobierno de Pedro Sánchez realizaba otra operación similar, en este caso con Arabia Saudí, por un valor de 200 millones de euros. Fue en 2022 y la propia CAF se hizo eco del contrato: "El Grupo CAF ha firmado un contrato con el operador ferroviario estatal SAR (Saudi Arabia Railways) que abarca tanto la realización de la actividad de mantenimiento de la flota de trenes del operador saudí, como apoyo técnico y otros servicios relacionados. El volumen del contrato asciende a un importe cercano a los 200 millones de euros".

El Ejecutivo no cuenta con Talgo

En ninguno de los contratos anteriormente citados el Gobierno de Pedro Sánchez ha apostado por Talgo, a pesar de que podría haberlo hecho.

La compañía, fundada también en el País Vasco, se encuetra desde hace un año buscando un socio industrial con el que fortalecer la fabricación de trenes y poder asumir más pedidos, además de cumplir  en tiempo y forma con los que ya tiene firmados.

La oferta que más cerca estuvo de fructificar fue la realizada hace un año por el también grupo industrial Magyar Vagon, a razón de 617 millones de euros (5 euros por acción). Sin embargo, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, se opuso frontalmente desde el principio a la misma. La justificación dada fue la cercanía de Corvinus, fondo estatal húngaro que tiene casi la mitad de la compañía, con el primer ministro del país, Viktor Orbán.

Su afinidad con el Kremlin fue lo que provocó que finalmente en agosto del año pasado el Ejecutivo bloqueara la operación aludiendo a motivos relacionados con la seguridad nacional y la protección de intereses estratégicos.

Desde entonces, los de Sánchez han buscado socio industrial con el que entrar en el capital de la compañía, sin suerte hasta ahora. Sidenor ha presentado oferta en firme e, incluso, se llegó a suspender la cotización de la compañía, cosa que también sucedio cuando Magyar Vagon lanzó su OPA.

 

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