El pasado jueves en el Foro de la Nueva Economía el controvertido ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, anunciaba el lanzamiento de un billete único para tren y autobús que, con una única tarifa, permitirá en 2026 a los españoles que lo adquieran moverse sin ataduras por la piel de toro. Una noticia bonita pero que tendrá una difícil ejecución por las particularidades de nuestro también controvertido sistema autonómico.
Está claro que el principal beneficiado será el ciudadano, pero también habrá empresas que ya esbozan una sonrisa de oreja a oreja. El servicio tendrá que contar con subvenciones públicas que regarán a corporaciones de trenes y autobuses. En el caso de este último medio de transporte hay una compañía que se frota las manos con más fruición que el resto. Se llama Alsa y cuenta con un 60% del negocio de un sector que el Ejecutivo se resiste a regularizar, pese a que es algo impuesto desde la Comisión Europea.
Si en este billete único se incluyesen los autobuses de media y larga distancia, como todo parece indicar -y como hoy en día sucede con las bonificaciones recurrentes-, Alsa seguirá teniendo beneficios récord a costa del bolsillo del contribuyente. En la actualidad, la gratuidad recurrente y los bonos de verano reportan a las concesionarias 135 millones de euros, de los que Alsa se lleva más de la mitad.
Buenas nuevas, muy buenas nuevas, para la compañía fundada por la familia Cosmen. Por eso no sorprendió el cálido ambiente que algunos asistentes mostraron en el evento. Algunos de los allí presentes tuvieron la oportunidad de ver a uno de los asesores principales del ministro de Transportes abrazarse con el CEO de Alsa, Jorge Cosmen. El directivo ocupó un puesto de honor en el discurso de Puente y escuchó al ministro enfatizar su condición de empresa española inversora.
Alsa no ha dejado de estrechar los lazos con Puente desde su nombramiento. Desde Transportes apoyan sus pretensiones de mantener cerrada la competencia en el sector del autobús, y hasta han llegado a mediar para que la empresa cobrara una deuda pendiente con Marruecos, tal y como publicó El Independiente.
Alsa ha tratado siempre de mantener una relación cercana con todos los Gobiernos, sean del color que sean. De hecho, tiene en nómina al exministro de Fomento del PP, íñigo de la Serna, y al exdirector de Ferrocarriles de la Generalitat, Pere Calvet. Una cercanía que en el Foro de la Nueva Economía se transformó en un sentido abrazo.
MataNarcisos
11/01/2025 11:13
¿Costo de esto?.... Pero que más dará, si total lo pagará el contribuyente, ¿no lo conoce?... Corra de nuevo al espejo del lavabo de su casa. Ya... ya lo sé ha hecho usted surco en el piso de tanto ir.
alexmazallas
11/01/2025 18:35
Ahora Abalos II podrá seguir disfrutando de Mercedes todo terreno y yates en sus vacaciones. Las sobrinas no son lo suyo, les gustan más las tías