En los últimos meses, las quejas contra el ministro Óscar Puente y su gestión del transporte en España no han hecho más que aumentar. La red ferroviaria de Renfe Cercanías siempre se ha encontrado en el punto de mira por sus constantes averías, retrasos e incidencias, pero no es el único medio de transporte que crea malestar entre los usuarios: aquellos que viajan en autobús día a día también denuncian la situación, y plantean una reunión de protesta contra el ministro el próximo jueves 16 de enero a las 10:00 horas.
La protesta tendrá lugar frente al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, y tiene como objetivo protestar sobre tres factores que afectan directamente a los usuarios del transporte público, y en concreto el servicio de autobuses. El primero de ellos es el coste para moverse de esta forma por el país: España paga el doble que Portugal e Italia por viajar en autobús. Además, es el único país de la Unión Europea que tiene un sistema de viajes en bus predemocrático que no se ha modernizado como en el caso del tren. Así, la adaptación del transporte a los nuevos tiempos para reducir la contaminación es una de las peticiones de la alianza "Viaja Más en Autobús".
Un autobús vinilado
El próximo jueves 16 de enero, un autobús vinilado recorrerá Madrid pidiendo a Óscar Puente "más buses, más baratos y menos contaminantes". La protesta se basa en la diferencia de precios frente a países vecinos como Portugal o Italia, donde pagan la mitad que los españoles al utilizar este medio de transporte. Asimismo, cientos de ciudades aún no están conectadas en bus. Con el objetivo de cambiar todo esto ya se han recogido cerca de 40.000 firmas de jóvenes, entidades, empresas y académicos.
Todo esto ocurre tras la propuesta de Puente que choca con las autonomías: la creación de un billete único de transportes en todo el territorio nacional. Si bien es cierto que supondría numerosas ventajas para los usuarios, a nivel logístico es una operación compleja que requiere por parte de las autonomías abonar un porcentaje de las ayudas, algo que ya provoca rechazo y controversia. Asimismo, esto se suma a la idea del ministro de convertir Renfe en una empresa con proyección internacional, un modelo que toma como referente el de Aena, el mayor festor aeroportuario del mundo.