Economía

Rebelión en los 'riders' de Glovo con esta medida

Las declaraciones de Óscar Pierre, junto a la polémica Ley Rider, desatan enfado entre los 'riders', que ven reducidos sus ingresos y su flexibilidad laboral

  • Imagen de archivo de un trabajador de Glovo.

La reciente decisión de Glovo de contratar a sus repartidores en respuesta a las exigencias legales y a las sanciones acumuladas, ha provocado un profundo malestar entre muchos 'riders'. A pesar de que la empresa asegura que los trabajadores contratados ganarán "de media bastante más que el salario mínimo", numerosos repartidores temen una disminución de sus ingresos en comparación con sus ganancias como autónomos, así como la pérdida de la flexibilidad que disfrutaban hasta ahora.

“Antes, si se esforzaba, un 'rider' recibía más que un diputado”

La Ley Rider, que buscaba regularizar la situación laboral de los repartidores, parece haber generado un efecto contrario al deseado por algunos trabajadores. Muchos repartidores afirman que, bajo el modelo de autónomos, podían llegar a obtener ingresos significativamente mayores trabajando para varias plataformas, como Glovo, Uber o Deliveroo . Algunos declaran haber ganado hasta 6.000 € al mes, una cifra que consideran inalcanzable con los nuevos contratos. “Antes, si se esforzaba, un 'rider' recibía más que un diputado”, afirman algunos repartidores en sus redes sociales, mostrando su descontento con la regulación. Los principales incovenientes que les surgen a los trabajadores son dos:

  1. Pérdida de flexibilidad: uno de los principales motivos de descontento es la pérdida de la flexibilidad horaria que permitía a los repartidores trabajar cuando querían y para quien querían. Ahora, los riders estarán obligados a trabajar en franjas horarias determinadas y muchos tendrán contratos con muy pocas horas semanales. "Me conecto a la aplicación cuando quiero", comentaba un repartidor, "creo que el 95% de mis compañeros piensan como yo".
  2. Menores ingresos: los repartidores señalan que la Ley Rider ha provocado que las tarifas por reparto hayan disminuido, con lo que han visto mermadas sus ganancias. Algunos riders temen que la contratación suponga una reducción de sus ingresos hasta los 1.100 o 1.200 euros mensuales, lo que consideran insuficiente para mantener su nivel de vida.

Glovo se defiende y busca consenso 

Óscar Pierre, CEO de Glovo, ha asegurado que la empresa está invirtiendo 100 millones de euros en el proceso de contratación de los repartidores y que el negocio seguirá siendo rentable. Además, la compañía ha abierto una mesa de diálogo con los agentes sociales para garantizar que el proceso se desarrolle con consenso.

A pesar de las promesas de Glovo, muchos 'riders' se sienten perjudicados por el nuevo modelo laboral. Algunos ven la contratación como una precarización total del sector, que obliga a los repartidores a trabajar por un sueldo menor y en horarios fijos. Mientras tanto, muchos de ellos prefieren un modelo híbrido que les permita mantener su autonomía y seguridad jurídica. "Lo ideal es hacer un modelo híbrido. La mayoría queremos trabajar como autónomos, pero con seguridad jurídica", afirmaba un repartidor. Algunos trabajadores sostienen que el sistema anterior a la Ley Rider les daba mejor retribución. La transición hacia la contratación laboral de los repartidores se llevará a cabo gradualmente a lo largo de 2025. Habrá que esperar para ver si el nuevo modelo consigue satisfacer las demandas de todas las partes implicadas o si la rebelión de los 'riders' continúa.

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