Economía

El PP tampoco tiende puentes con la Casa Blanca: "En Washington toman nota"

En la cúpula del Partido Republicano han sorprendido las críticas lanzadas desde Génova y su entorno, con FAES a la cabeza

  • Alberto Núñez Feijóo, junto a Estaban González Pons y Cuca Gamarra. -

"En Washington toman nota". Lo afirma, con conocimiento de causa, un asesor muy próximo a la cúpula del Partido Republicano. Pero no se refiere a la 'actitud' de Pedro Sánchez frente a Donald Trump, sino al perfil que está mostrando el PP de Alberto Núñez Feijóo. Por si había alguna duda entre las bases del partido, las valoraciones políticas que se lanzan al ruedo nacional sí llegan al otro lado del Atlántico. En concreto, a la capital de Estados Unidos, donde está afincado Trump desde el pasado 20 de enero

Lo que llegan a Washington son las críticas al líder estadounidense que han salido de Génova y su entorno. Y lo que está generando cierta sorpresa es que esos mensajes no sean un caso aislado. El controvertido artículo de Esteban González Pons es el más reciente, pero no el más importante. El vicesecretario de Asuntos Institucionales y eurodiputado del PP calificó a Trump, hace una semana, como "ogro naranja" y "macho alfa de una manada de gorilas". El ataque obligó al propio Feijóo a desmarcarse en público del máximo responsable de la política internacional del partido. 

La crítica que más ha 'escocido' en la cúpula del Partido Republicano es la carta que publicó FAES horas después de la histórica victoria electoral de Trump. Había citas particularmente 'ofensivas' para las filas republicanas. Como esta: "No es buena noticia, ni para España ni para la Unión Europea en su conjunto, ni tampoco para la OTAN, el éxito del discurso que Trump encarna: un populismo adobado de planteamientos proteccionistas, aislacionistas, y de actitudes intemperantes que en su momento llegaron al abierto desafío institucional alentando ni más ni menos que un asalto al Capitolio".

Fuentes próximas a Génova encuadran el mensaje de FAES en los lazos que unen a su presidente, José María Aznar con George W. Bush. Es conocida la buena relación de los dos ex mandatarios. También lo es la animadversión de la familia Bush hacia Trump, que nunca le han apoyado en su carrera -doble- hacia el Despacho Oval.

Más críticas de FAES

La posición de FAES no se ha movido ni un ápice desde las elecciones del pasado 5 de noviembre. Prueba de ello es el artículo que publicó hace nueve días en El Diario Montañés el director de la fundación, Javier Zarzalejos. Acusaba a Trump de ser un mero "hacedor de tratos", un "tratante" de carácter "autoritario", y resaltaba su parecido con el presidente del Gobierno español. "A Trump le alegrará saber que Pedro Sánchez y él se encuentran en mayor sintonía de lo que a primera vista podría parecer", escribía Zarzalejos, comparando los indultos de los "sediciosos" que invadieron el Capitolio con los líderes catalanes del Procés.

En el entorno de Génova hay quien echa en falta una estrategia más definida sobre la nueva Administración Trump. La política internacional del partido está liderada por González Pons, que está instalado en Bruselas. En el día a día, quien asesora a Feijóo en la materia es Ildefonso Castro, un diplomático discreto, gallego -como la mayoría de la 'Guardia de Corps' del presidente del partido-. También lo hizo con otro gallego, Mariano Rajoy, de cuyo Gobierno formó parte como secretario de Estado de Asuntos Exteriores.

Hasta el momento, Génova ha apostado por la corrección absoluta. Primero, felicitó a Trump cuando se alzó con la victoria. Más tarde, Feijóo apagó el incendio prendido por González Pons echándose a un lado. Lo que no ha habido es ningún intento de acercamiento ni al Partido Republicano ni a los 'lobbies' que hacen de intermediarios con la UE. Es decir, los que tienen puentes

La posición de la fundación más próxima a Génova -Reformismo21- también ha sido moderada. El 'think tank' que lidera Pablo Vázquez publicó otro artículo un día después que FAES, analizando las razones del giro político. "La victoria de Donald Trump es un indicador elocuente de la crisis del liberalismo, y no solo por su defensa de un orden económico que reniega del librecambio y evoca un proteccionismo de otro tiempo", señalaba. "No, no es solo una elección americana: la victoria de Donald Trump habla del país que es Estados Unidos, pero también, en un sentido mucho más amplio, del tiempo en que vivimos".

El 'silencio' de Ayuso

Por ahora, mantienen un estudiado silencio otros líderes populares a los que podría situarse en esferas más próximas a Trump. Es el caso de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien nunca ha escondido su simpatía por otro mandatario 'polémico': el presidente argentino, Javier Milei.

En los próximos meses seguirá viva la expectación en Washington, a la espera de cómo evoluciona la mirada de los partidos conservadores europeos. No se espera ninguna mejora, sin embargo, procedente de Moncloa. No en vano, Pedro Sánchez ya se ha apresurado a ponerse al frente del bando anti-Trump. 

Los ataques de la coalición ya se daban por descontados. "El Gobierno español y, en consecencia, España, se enmarcan dentro de la concepción 'trumpiana' del mundo y de su 'real politik' en el territorio de los enemigos", advertía Freemarket en un informe difundido poco después de la victoria republicana. A ojos del 'think tank' que preside Lorenzo Bernaldo de Quirós, los lazos de José Luis Rodríguez Zapatero con Venezuela o China son dos ejemplos que "hacen que España no sea un país fiable" para Estados Unidos.

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