Economía

Oliu desestabiliza a Torres: instala el pesimismo entre directivos y empleados de BBVA

Dentro del grupo de La Vela son conscientes del poco margen de maniobra para mejorar la oferta por las dudas sobre México.

  • El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu. y el presidente de BBVA, Carlos Torres

Llueve sobre mojado en La Vela. La inesperada decisión de Josep Oliu de devolver la sede a Cataluña tras siete años ha movido los cimientos internos de BBVA, en donde se ha instalado entre directivos y empleados una mezcla de “preocupación y pesimismo” sobre el futuro de la opa para comprar la cuarta entidad del país, según transmiten a Vozpópuli distintas fuentes próximas al grupo de La Vela.

Oliu gestó durante un año el movimiento, pero se decidió a activarlo en un momento clave para la opa. El Sabadell fue la primera empresa del Ibex en sacar su sede de las fronteras de Cataluña y moverla a Alicante en pleno desafío independentista. Y también ha sido la primera en volver una vez que ha detectado que la situación política “ha cambiado a mejor y se ha normalizado”, como justifican fuentes próximas al Sabadell.

La sensación dentro de La Vela es que todo va contra la opa, aunque oficialmente no tiran la toalla

Un mensaje que avala la gestión de la crisis de Cataluña de Moncloa y que tuvo el mismo día un guiño de vuelta por parte de Pedro Sánchez, que apeló a la “cohesión territorial” para decidir sobre la opa.

“La sensación es que todo va en contra”, admiten fuentes próximas a BBVA tras el nuevo acercamiento entre el Sabadell y el Gobierno, y después de que Competencia rompiera los plazos iniciales de la operación. En su plan desde que lanzó la opa en mayo de 2024, la cúpula de BBVA esperaba tenerla ya cerrada y estar centrada en la integración. Pero Competencia examina todavía en la conocida como fase 2 la operación por los riesgos de concentración y la CNMV todavía no ha dado la luz verde para activar el periodo de aceptación de la oferta propuesta.

Tiempo en contra de Torres

Tanto dentro como fuera de La Vela se transmite que el tiempo juega “claramente en contra” de Torres. Incluso, como desvelan fuentes conocedoras, los directivos de BBVA ya esquivan hablar de la operación por el desgaste que se está instalando en el grupo. Un “cansancio” que se extiende a todos los equipos, como admiten fuentes internas del banco.  

Hay voces críticas tanto dentro del consejo de administración como del equipo directivo, según las fuentes consultadas. Hasta tal punto que algunos miembros ya dan por perdida la operación por plantearse sólo como un canje de acciones y sin dinero en efectivo, sobre todo ahora que la cotización del Sabadell ha borrado la prima planteada por BBVA.

Oficialmente en el grupo de La Vela se defiende que el último movimiento estratégico de Oliu no cambia las “bondades” de la opa. Si bien, en el equipo directivo se empieza a admitir en privado que Torres tiene poco margen de maniobra para ‘salvar’ la operación.

¿Intento con efectivo?

Tras el ajuste por dividendos, BBVA ofrece una acción nueva más 0,29 euros por cada paquete de 5,0196 títulos del banco catalán. Por ejemplo, para un accionista del Sabadell con 1.000 títulos, el grupo de La Vela las cambiaría por 199 acciones y abonaría en metálico el pico restante equivalente a 0,219 títulos. Además, pagaría en cash 57,77 euros correspondientes al dividendo. 

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, y el presidente del BBVA, Carlos Torres

Pero desde el inicio el mercado apuesta por una mejora, sobre todo añadiendo un componente en efectivo, como exigía la cúpula del Sabadell antes de dar el portazo a iniciar conversaciones para fusionarse de forma amistosa. El departamento de banca de inversión de Deutsche Bank estima que Torres podría mejorar la oferta con 2.000 millones más en efectivo. Aunque la cúpula del BBVA defiende a capa y espada que no cederá.  

Incertidumbre en México por Trump

De hecho, algunos directivos del grupo de La Vela reconocen en privado que la opa sin una mejora en ‘cash’ no saldrá adelante, más aún con Moncloa en contra y en clara sintonía con la cúpula del Sabadell, como señalan fuentes cercanas a BBVA. A lo que hay que añadir que el arco político y empresarial de Cataluña en pleno ha aplaudido el movimiento de Oliu de devolver la sede a Cataluña, lo que con una fusión en BBVA difícilmente se mantendría.

Pero el grupo de La Vela tampoco tiene mucho margen para mejorar la oferta, como apuntan distintas fuentes financieras. La locomotora del grupo, México, tiembla ante las amenazas de la nueva política migratoria y de aranceles de Donald Trump, y su impacto en la valoración del peso mexicano. La filial, donde BBVA genera más del 40% del beneficio, puede impactar “notablemente” en las cuentas del grupo y dificultar la capacidad económica para seducir a los accionistas del Sabadell, según las fuentes consultadas.

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