Mantener un coche en España representa un desembolso considerable para las familias, alcanzando una media de 3.850€ al año. Esta cifra, que incluye tanto costes fijos como variables, supone un 9% de los ingresos medios de los hogares españoles, que se sitúan en 42.600€ anuales, según datos de Roams.
El principal componente de este gasto es la financiación del vehículo, que representa aproximadamente el 51% del total, con una media de 1.962,58€ al año. Este dato refleja la alta dependencia de los españoles de los préstamos para la adquisición de coches, un factor que, según Gonzalo Blanco, experto en consumo de Roams, encarece significativamente el coste total del vehículo a lo largo de su vida útil.
A este gasto hay que sumar el combustible, que supone una media de 1.145,03€ en gasolina y 1.068,15€ en gasóleo, dependiendo del tipo de vehículo. Los precios de los carburantes han experimentado una notable volatilidad en los últimos años, influenciados por factores como la inflación y la crisis energética, lo que impacta directamente en el bolsillo de los conductores.
Otros gastos importantes son el seguro del coche, con una media de 478,12€ anuales, y el impuesto de circulación, que asciende a 57,87€ al año. Además, el mantenimiento y las revisiones periódicas, que incluyen cambio de aceite, neumáticos, anticongelante, limpieza e ITV, suponen un desembolso adicional.
¿Dónde es más caro tener coche?
El análisis de Roams revela que existen diferencias significativas entre ciudades en cuanto al coste de mantener un coche. Contrario a lo que se podría pensar, ni Madrid ni Barcelona son las capitales de provincia más caras en este sentido.
Málaga (3.981€), Pontevedra (3.960€) y Mallorca (3.956€) lideran la lista de ciudades con los mayores gastos asociados al vehículo privado. En el otro extremo, Melilla (3.571€), Santa Cruz de Tenerife (3.607€) y Las Palmas de Gran Canaria (3.637€) son las capitales donde el coste del coche es más asequible. Estas diferencias se deben, en gran medida, al precio del carburante y los seguros, que varían significativamente entre localidades. "Los índices de siniestralidad, el estado de las infraestructuras o los intentos de fraude no son los mismos en todas las localidades, y son factores que influyen mucho en el precio de la póliza", explica el experto de Roams, Gonzalo Blanco.
En un contexto económico donde el margen de ahorro de las familias es cada vez más ajustado, la planificación del presupuesto y la comparación de opciones se vuelven fundamentales para optimizar los gastos.