Telefónica dejó atrás hace escasos días su gran año institucional. La principal operadora española por inversiones, celebró su primer centenario por todo lo alto dejando claro que lo mejor en su negocio está por llegar. Pero la cúpula directiva tuvo que hacer frente a importantes retos como la llegada de accionistas a su capital social o la feroz competencia dentro de sus mercados.
Con ese caldo de cultivo, José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, tiene ante sí unos meses frenéticos de actividad en sus despachos. Principalmente porque la compañía ya trabaja en el cierre del ejercicio de 2024 y que deberá ser refrendado por sus accionistas en la próxima junta que se celebrará en el mes de abril.
Precisamente, en esa asamblea estará representada por primera vez STC, la compañía saudí de telecomunicaciones que adquirió el 9,9%. Además, en la junta de accionistas comparecerá la Sepi, como máxima accionista de Telefónica o Criteria Caixa, que ya ha dejado claro en más de una ocasión que la compañía es estratégica para sus intereses.
La Sepi se convirtió en el principal accionista de la empresa de telecomunicaciones, después de haber culminado en mayo la ejecución de operación de compra de acciones de Telefónica ordenada por el Consejo de Ministros y hacerse así con el 10% del capital de la compañía por 2.284,8 millones de euros.
Por su parte, Criteria Caixa, el 'holding' que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación La Caixa, comunicó a la CNMV a finales de junio que había alcanzado una participación del 9,99 % en el accionariado de Telefónica, mientras que STC se queda cerca del 9,92%. Cabe recordar, a su vez, que BBVA ostenta una participación del 4,8% mientras que BlackRock ostenta un 3% del capital social de la operadora.
Así, con este organigrama en el accionariado, José María Álvarez-Pallete deberá convencer a los grandes dueños, que ostentan casi la mitad del pastel de Telefónica. En la próxima reunión de poseedores de títulos, el presidente de la operadora ha de ser revalidado, puesto que le toca reelección por un período de cuatro años.
La cuestión es: ¿puede haber un cambio significativo en la gobernanza de la operadora? Todo hace indicar que no. José María Álvarez-Pallete va a contar con el apoyo de los grandes accionistas de la empresa cotizada. Isidro Fainé, vicepresidente de la compañía, y presidente de Criteria mantiene una excelente relación con el número uno de Telefónica y confía en la deriva estratégica empresarial para los próximos años.
Sin ir más lejos, en la anterior junta de accionistas, Pallete le brindó unas palabras de agradecimiento por su labor dentro de Telefónica como vicepresidente del consejo de administración, escenificando la buena sintonía entre ambos.
De STC, por su parte, no hay noticias. La compañía aún sigue sin hacer efectivo su derecho a la compra del 10%, pero fuentes del sector explican a este periódico que en las próximas semanas se ejecutará la orden de adquisición. Respecto al apoyo a Pallete, Arabia Saudí no tendrá una posición beligerante. De hecho, las relaciones son cordiales y ambas partes se han entrevistado en varias oportunidades para conocer los planes de uno y otro.
El Estado, a través de la Sepi, también deberá dar luz verde a la continuidad de Álvarez-Pallete como presidente de Telefónica. Fuentes consultadas por este periódico relatan que el vehículo inversor público “confía plenamente en el actual presidente” por lo que darán el ‘sí’ al máximo ejecutivo de la empresa cotizada.
Cambios en el consejo
Pallete, a su vez, tiene una importante tarea antes de que se celebre la junta de accionistas. No es otra que la de modificar el consejo de administración con la llegada de STC al capital social.
A pesar de que Arabia Saudí no ha solicitado el asiento, debido a su reciente escalada, lleva mucho tiempo trabajando en esta idea. De hecho, fuentes del mercado confirman a este periódico que durante las reuniones mantenidas entre la dirección de Telefónica y representantes saudíes se habló del nuevo estatus de STC en el órgano ejecutivo.
Para ello, Pallete tiene dos opciones. Aumentar el número de consejeros o hacer cambios en el actual. Fuentes del sector de las telecomunicaciones indican a este periódico que Javier de Paz tiene pie y medio fuera del consejo, algo que trasciende lo meramente empresarial. El histórico directivo mantiene una gran relación con el PSOE y, sobre todo, con José Luis Rodríguez Zapatero. Algo que gustaba mucho en Moncloa puesto que, al sillón ocupado por Carlos Ocaña, la figura de Paz transmitía tranquilidad.
En este caso, la marcha de Javier de Paz abriría hueco al aterrizaje de STC en el consejo. Pero colateralmente se abriría un nuevo cisma. Lo lógico es que Arabia Saudí coloque a un hombre, situación que toparía con la ley de paridad aprobada por el Gobierno. La obligación impuesta por Moncloa contempla que el 40% del órgano ejecutivo esté constituido por mujeres. Situación que no se da en Telefónica.