Apuestas contra las empresas de la Sepi. Los fondos tienen abiertas posicionas cortas por un valor cercano a los 700 millones de euros en tres empresas participadas por el Estado: Telefónica, Redeia y Enagás. Se trata de una estrategia inversora contra la cotización de estas compañías en medio del creciente intervencionismo de Moncloa consumado con el relevo de José María Álvarez Pallete.
Este tipo de inversores, conocidos como hedge fund, intentan obtener la máxima rentabilidad al margen de la tendencia del mercado bursátil, incluyendo rachas bajistas, que en circunstancias normales extienden las pérdidas. Normalmente estas posiciones sirven para apostar contra la cotización de un valor, aunque también se pueden emplear en otros casos para coberturas.
BlackRock, conocido como el dueño del Ibex, es el gran jugador bajista en las empresas que tienen el sello de la Sepi en su capital. Actualmente mantiene abiertas posiciones cortas del 2,25% en Telefónica y Enagás, por un importe superior a los 180 millones, según los últimos registros oficiales de la CNMV a cierre del 24 de enero. El fondo liderado por Larry Fink paralelamente lleva tiempo con un paquete de títulos significativo en ambas compañías, en las que controla un 4,2% y un 4,8%, respectivamente.
El fondo público de pensiones de Canadá es otro de los hedge fund más agresivo contra las empresas con presencia del Estado. Declara un 0,56% en Enagás y un 0,62% en la teleco ahora presidida por Marc Murtra. Unas posiciones bajistas que equivalen a casi 150 millones.
Marshall Wace, el hedge fund de Reino Unido con respaldo de KKR, ha aflorado recientemente como el bajista más fuerte contra Telefónica. El pasado 22 de enero, unos días después de que Moncloa empujara el cambio en la presidencia de la teleoperadora, subió su apuesta al 1,05%. El fondo habitual de las grandes fortunas de Emiratos Árabes mantiene abiertas posiciones bajistas por más de 220 millones.
Ocho inversores
Otros tres fondos tienen desplegadas posiciones bajistas en empresas bajo la órbita de la Sepi: DME Capital y Point 72 Europe, con un 0,91% y un 0,52%, respectivamente, en Enagás; y Millennium Group Management, que tiene un 0,89% en Redeia.
En total, seis inversores distintos apuestan contra la caída de cotización de Telefónica, Enagás y Redeia. El Estado, a través de la Sepi, controla el 10% de la primera tras el movimiento de Moncloa como contrapeso a la entrada de Arabia Saudí en el capital. En el caso de Redeia, la participación de la Sepi es mayor: del 20%, mientras que en Enagás alcanza un paquete de acciones representativo del 5%.
La Sepi también está presente en el accionariado de otras dos empresas del Ibex. Tienen un 25% de Indra, cuyo negocio tecnológico pretende fusionar Pedro Sánchez con Telefónica y que fue una de las razones de peso para cesar a Pallete, como publicó este medio. En Aena, el Estado controla el 51% a través de Enaire, la empresa pública encargada de gestionar la navegación aérea en España. En estas dos compañías no existe rastro de los hedge fund.
Influencia en CaixaBank
La participación estatal en el Ibex se extiende también al sector bancario. De forma indirecta, el Gobierno controla un 18,1% a través del fondo de rescate público como herencia de Bankia, que adquirió el banco catalán en 2021 para crear el líder indiscutible del sector financiero en España. En los registros actuales los fondos tampoco tienen abiertas posiciones bajistas contra su cotización.
El asalto a Telefónica ha sorprendido a los grandes inversores, como prueba del intervencionismo en el Ibex. Pedro Sánchez no ha escondido estos planes para defender los “intereses nacionales”. Hace unos días, en el Spain Investor Day que acogió Madrid, el presidente del Gobierno prometió crear un comité de expertos para “identificar las prioridades” y "acelerar los proyectos de mayor impacto", como definió el propio Sánchez.