A lo largo de los últimos años, el uso de la tarjetas de crédito y débito se ha disparado. La posibilidad de su utilización desde un dispositivo móvil ha ganado millones de adeptos entre la población más joven, aunque aún no ha conseguido desbancar todavía al efectivo de las preferencias de los ciudadanos españoles.
Según el último Estudio sobre Hábitos en el Uso del Efectivo publicado a finales del pasado año por el Banco de España, “los billetes y las monedas continúan siendo el medio de pago principal y más utilizado diariamente por la población española, a pesar del aumento en la posesión y uso de los medios de pago digitales”. Las personas con edades superiores a los 55 años y aquellas con estudios básicos son las que más utilizan el efectivo.
En el pequeño comercio y la hostelería, la tarjeta se impone al efectivo. Según el informe del Banco de España, en un 40% de los establecimientos de estos dos sectores la mayoría de los pagos se hacen con tarjeta mientras en un 37% se hacen en efectivo. Hay un dato relevante: en aquellos municipios españoles que no disponen de oficina bancaria estable la mayoría de los pagos se realizan en efectivo.
La llegada de acontecimientos extraordinarios como celebraciones, fiestas, temporadas de rebajas... suele venir acompañada de un incremento del gasto que, la mayoría de las veces, es financiado vía tarjetas de crédito o directamente a través de préstamos al consumo.
En España, en los últimos ejercicios, es muy esperada la llegada del “black friday”, que en Estados Unidos marca el comienzo de la temporada de las grandes compras. Lo que inicialmente era una costumbre anglosajona, se ha extendido por todos los continentes y es muy celebrada en España con llamamientos específicos de los comercios para atraer a más compradores con sugerentes reclamos publicitarios, acompañados de importantes descuentos.
El “black friday” se celebra al día siguiente del Día de Acción de Gracias desde los años sesenta del siglo pasado. Su nombre, viernes negro”, se atribuye por un lado a los embotellamientos del tráfico y el aluvión de gente que se echaba a las calles hasta abarrotarlas después de la celebración del Thanksgiving Day. Otros aseguran que esas ventas prenavideñas hacían cambiar el signo de las cuentas de los comercios de pérdidas (rojo) a beneficios (negro).
Compras en España
No ha sido así en España el último año, según los últimos datos del Banco de España. A cierre del mes de noviembre, el saldo vivo de las tarjetas de crédito y “revolving”, es decir, el dinero que los poseedores de tarjetas deben a las empresas emisoras era de 10.755 millones de euros, apenas cuatro millones de euros más que un mes antes. Es el incremento más bajo que se ha dado en los últimos ejercicios y contrasta fuertemente con lo que ocurrió en 2023, cuando la diferencia mensual alcanzó los 250 millones de euros, lo mismo que había sucedido en campañas anteriores.
El uso de la tarjeta como medio de financiación y pago ha permanecido prácticamente estancado a lo largo de todo 2024 entre los 10.602 millones de euros de saldo vivo del mes de junio (el nivel más bajo) y los 10.900 millones de enero, el nivel más elevado de deuda. Entre los meses de noviembre de 2023 y 2024, el saldo de las tarjetas se ha reducido en un más de 1.258 millones de euros, un 10,5%. Si la comparación se realiza con el año 2019, concretamente con el mes de diciembre, cuando se alcanzó el esplendor del uso de las tarjetas, con 13.620 millones, el descenso de noviembre pasado fue del 21%.
Una de las razones que ha podido influir en que las compras durante el “black friday” no hayan alcanzado las cifras previstas por los comerciantes puede ser la elevación de precios en la parte final del año, que ha podido influir negativamente a la hora tomar las decisiones de compra. El Índice de Precios de Consumo estaba en octubre en el 1,8% de variación interanual. Pero en noviembre se disparó al 2,4% y en diciembre, al 2,8%.
¿Han preferido los ciudadanos endeudarse mediante la solicitud de créditos al consumo a las entidades financieras? No parece, a tenor de las cifras de concesión publicadas por el Banco de España. En noviembre, se concedieron 3.755 millones de euros, una cifra muy similar a la de 2019 aunque ligeramente superior a la del mismo mes del pasado ejercicio. En cualquier caso, estos créditos al consumo tienen como destino la adquisición de productos duraderos como ordenadores y televisores o bicicletas de alta gama, motocicletas.... mientras las tarjetas son más utilizadas en productos o servicios más asequibles como ropa, artículos de telefonía...
gwy
11/01/2025 13:00
¿Me parece a mí o el artículo considera que el uso de tarjetas de débito es más parecido al uso de tarjetas de crédito que al cash?