Economía

Las empresas empiezan a 'huir' de los depósitos bancarios pero los hogares aguantan

El montante de las nuevas operaciones se ha reducido un 20,7% hasta febrero. El dinero se ha trasvasado a las cuentas corrientes y otros activos financieros

  • Fachada de la sede del Banco de España en Madrid. -

La continuidad de la política monetaria del Banco Central Europeo está empezando a sembrar muchas dudas en empresas y hogares sobre la conveniencia o no de mantener el dinero en los depósitos a plazo o buscar alternativas financieras con remuneraciones más atractivas, para quienes buscan poco más que mantener el poder adquisitivo de sus ahorros erosionado por la inflación.

Desde que Mario Draghi dejará el precio oficial del dinero en el 0%, allá por el mes de marzo de 2016, el Consejo de Gobierno del BCE ha realizado 16 modificaciones de los tipos de interés en un sentido y otro. Del 0% se pasó al 4,5% en septiembre de 2023, después de diez subidas consecutivas. Desde junio de 2024, Christine Lagarde dio paso a seis bajadas que han dejado el precio oficial de las operaciones principales de financiación en la Unión Europea en el 2,65%.

Las primeras consecuencias de las bajadas de tipos se empiezan a notar ya en el volumen de los depósitos que los bancos custodian de sus clientes, especialmente en los de las empresas. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, las últimas nuevas operaciones han tenido un volumen inferior al de los mismos meses de 2024. Así, en el mes de enero, los ingresos ascendieron a 24.478 millones de euros, cuando un año antes la cifra fue de 31.597 millones, un 29% más. 

En el mes de febrero, la historia se ha vuelto a repetir. Las sociedades financieras han reducido su apuesta por este tipo de inversión y han depositado en los bancos 19.325 millones de euros, cuando en el mismo mes del pasado año fueron 23.664 millones. En los dos primeros meses de 2025, únicos de los que hay datos, las sociedades no financieras han reducido su dinero en los depósitos a plazo de 55.261 millones de euros a 43.803 millones, un 20,7% menos.

Las razones de este cambo de tendencia hay que buscarlas en la evolución de los tipos de interés con lo que las instituciones financieras premian la fidelidad del ahorro de sus clientes. En el caso de las empresas, el tipo promedio de los depósitos a plazo se situó en enero/febrero de 2024 entre el 3,58% y el 3,16%. Hoy, doce meses después, los bancos pagaban en enero un 2,42% y en febrero, un 2,26%. Son diferencias muy fuertes, en algunos casos de más de un punto porcentual, cuando se trata de puntas de tesorería de una compañía.

El dinero que no ha entrado en los depósitos a plazo de los bancos ha ido a parar a las cuentas a la vista, también llamadas cuentas corrientes. El saldo vivo de estas, el dinero que las empresas tienen disponible en cualquier momento para realizar operaciones diarias ha pasado de 245.297 millones de euros de enero de 2024 a 263.938 millones en enero de 2025.

En lo que va transcurrido de año, el BCE ha llevado a cabo dos bajadas de los tipos de interés (seis desde que cambiara su política económica en junio de 2024) y ha lanzado mensajes contradictorios. Si hace unas fechas se daban por descontadas otras dos bajadas más de un cuarto de punto a lo largo de 2025, ahora se han despertado las dudas de cara a la próxima reunión del 17 de abril. Ahora no parece tan claro siquiera otro recorte del 0,25% o un compás de espera. Si finalmente el BCE optara por un nuevo recorte el atractivo de los depósitos a plazo se reduciría algo más.

Posición de los hogares

Los hogares están algo más tranquilos. No se han detectado movimientos de retirada de los depósitos a plazo en los dos primeros meses del año. Al contrario. El saldo vivo a plazo se mantienen desde hace varios meses en el entorno de los 170.000 millones de euros y el de las cuentas corrientes en el de 875.000 millones. Las nuevas operaciones en enero y febrero han superado los 16.000 millones de euros, en línea con los de los meses finales del pasado año. 

La fidelidad a los depósitos a plazo es una tradición del ahorro de los españoles. Quizás, porque la alternativa está en las Letras del Tesoro, en cuyos plazos más cortos se volcaron las familias durante el pasado año. En 2025, las últimas subastas realizadas no presentan un tipo de interés más atractivo que el de los depósitos. Las Letras a 3 meses han ofrecido un 2,37%; a seis meses, un 2,12%; a nueve meses, un 2,28% y a un año, un 2,18%. Nada que mejore hoy la rentabilidad de los depósitos bancarios a plazo.    

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