Economía

Las eléctricas españolas estudian proyectos nucleares en EEUU y Europa en pleno veto del Gobierno

Iberdrola y Endesa encargan a diversas consultoras informes de inversiones en el extranjero de esta tecnología

  • Imagen de archivo de una central nuclear

Las principales compañías eléctricas (Iberdrola y la matriz de Endesa) se resisten a pasar página en el sector de la energía nuclear. Según fuentes del sector, las empresas han encargado diversos estudios a consultoras especializadas para valorar la viabilidad de proyectos de esta tecnología fuera de nuestras fronteras. Estos encargos se producen en la firme posición del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que ha dejado claro que el cierre de las centrales no está en debate.

Las mismas fuentes apuntan que las corporaciones están sopesando trabajar en los mercados estadounidenses y en los países europeos que apuestan por la energía nuclear ante la dificultad que atraviesan las renovables por la falta de baterías y el encarecimiento del gas desde que se iniciara la guerra en Ucrania. 

La energía nuclear se ha convertido en una de las principales tecnologías para poder dotar de oferta al sistema eléctrico en gran parte de los territorios dependientes del gas ruso. Además, la llegada de Donald Trump y la apuesta francesa en torno a las centrales han propiciado que los inversores energéticos y las propias compañías de todo el mundo estén haciendo presión para continuar con los planes nucleares.

El último país en sumarse a la mayor flexibilidad a la energía nuclear es Reino Unido. El laborista Starmer se lamentaba de que el uso de "este tipo de energía ha quedado prácticamente paralizado (…) hemos perdido oportunidades y nos ha perjudicado como nación". Así, el Ejecutivo británico ha decidido eliminar trabas burocráticas y medioambientales en la construcción de nuevas instalaciones atómicas, los pequeños reactores nucleares modulares, en el norte de Inglaterra y Gales. Estos reactores generan unos 300 MWh, un tercio de una central nuclear habitual.

Las grandes tecnológicas como Google, Amazon o Microsoft llevan desarrollando desde hace meses proyectos de minicentrales nucleares en torno a sus grandes centros de datos para poder dotar de suministro eléctrico. Las consultoras españolas están al tanto de los planes de las mayores empresas del mundo y han ofrecido detalles a las eléctricas españolas de posibles alianzas de suministro.

Los informes favorables con los que ya cuentan las eléctricas han despertado el interés de Iberdrola o Endesa, si bien estos hipotéticos proyectos se encuentran en fase de estudio. Fuentes del sector confirman a este periódico que Iberdrola es la más interesada en implantar centrales en sus principales mercados como son Estados Unidos y Reino Unido, más aún con la menor burocracia que han impulsado los gobiernos de ambos países. 

Recientemente,  diversas patronales europeas se han unido en una alianza pronuclear para alargar la vida de las centrales que actualmente están operativas en España: "Con una carrera global para el desarrollo de tecnologías limpias que se intensifica -afirman-, Europa debe profundizar y ampliar sus inversiones en cadenas de valor estratégicas para asentar su posición de líder climático y defender su potencial económico".

Inflexibilidad en España

Los estudios de las principales empresas eléctricas de nuestro país se producen con el veto del Gobierno a extender la vida útil de las centrales nucleares. Cada vez son más las voces del sector energético, social y empresarial que abogan por parar el cierre programado que se acordó hace años.

El calendario de cierre nuclear fue acordado entre las empresas dueñas y Enresa en 2019 y está recogido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Este acuerdo marca que las siete centrales nucleares españolas se cerrarán de manera escalonada entre 2027 y 2035, comenzando por la de Almaraz (entre noviembre de 2027 y octubre de 2028) y terminando por la de Trillo en mayo de 2035.

El tiempo apremia y los problemas se acumulan para las encargadas de gestionar las centrales. Desde el sector se apunta que la carga fiscal y el plan de cierre empujan “salvo giro de última hora” al apagón nuclear  en España. Según la consultora PwC, “la carga fiscal que soportan las centrales nucleares es de 25 euros/Mwh (si atendemos a todos los impuestos) y esta subiría hasta 28 euros/Mwh (con la nueva tasa Enresa). De materializarse la actual propuesta, mermaría su competitividad y comprometería su viabilidad económica a futuro”.

Con todo, se abre un hilo de esperanza para los interesados en alargar la vida de las centrales. Esta semana se ha aprobado una proposición no de ley para debatir en el Congreso de los Diputados qué hacer con la energía nuclear en España.

La PNL del PP salió adelante por 171 votos a favor, 164 votos en contra y 14 abstenciones. PP y Vox votaron sí, mientras que ERC y Junts se abstubieron. Cada uno de los dos partidos catalanes tiene siete diputados, de modo que si ERC hubiera votado en contra, la sola abstención de Junts habría provocado un empate a 171 votos.

No obstante, el Gobierno insiste en que no hay razón por la que el debate pueda abrirse y el Ejecutivo mantendrá el plan de cierre programado.

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