Si Europa tiene escaso protagonismo en la 'guerra mundial' de la Inteligencia Artificial (IA), España es poco más que invisible. Y no, precisamente, por falta de presupuesto: el Gobierno habilitó una partida de fondos europeos de 12.250 millones de euros para impulsar el negocio de la microelectrónica y los semiconductores. Ese es el terreno en el que habitan gigantes como la estadounidense Nvidia. Y esa es la industria clave para el éxito -por ejemplo- de OpenAI, que acaba de recibir una oferta hostil de compra liderada por Elon Musk.
La apuesta de Moncloa por este sector puntero es muy ambiciosa. Esos 12.250 millones de euros son el presupuesto de uno de los doce proyectos estratégicos (PERTE) diseñados para transformar la economía. Conocido como PERTE Chip, fue aprobado por el Consejo de Ministros el 24 de mayo de 2022 y 'premiado' con la mayor asignación de fondos NextGeneration.
Desde julio de 2024, se encarga de liderar la estrategia de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT). Este organismo público, conocido como 'Sepi digital', está presidido por un político de plena confianza de Pedro Sánchez: Antonio Hernando, actual secretario de Estado de Telecomunicaciones, y ex portavoz del Grupo Socialista en el Congreso.
Casi tres años después de arrancar el PERTE Chip, según los datos oficiales de Moncloa, sólo se han comprometido 290 millones. Eso significa que quedan 11.960 millones (el 93,6%) a la espera de ser ejecutados. El problema es que la fecha límite fijada por la Comisión Europea está a la vuelta de la esquina, en agosto de 2026. Para invertir todo el dinero público previsto, Moncloa debería ejecutar fondos a un ritmo de 400 millones al mes. Todo un desafío, habida cuenta de la lentitud con la que se vienen desplegando los proyectos.
Los avances del PERTE Chip están muy lejos de otros grandes proyectos. Por ejemplo, en el de energías renovables se han comprometido 5.995 millones y hay convocatorias resueltas por valor de 4.151 millones. Otro botón de muestra: en el PERTE del vehículo eléctrico (VEC) se han comprometido 3.776 millones de euros.
El principal argumento que ha usado el Gobierno para defenderse es la complejidad para 'aterrizar' los proyectos. La estrategia está liderada por un profesional con sobrada experiencia y un gran currículum. Se trata de Jaime Martorell, un español que se atrevió a emprender en Silicon Valley en la década de los 80. Luego presidió la filial de Motorola en España y fue director general de ONO, entre otros puestos.
De los microchips a los funcionarios
Martorell fue nombrado en mayo de 2022 Comisionado Especial para el PERTE Chip. Entre sus responsabilidades estaba la coordinación de las acciones que impulsan los distintos ministerios. Al que le tocaba tirar de la locomotora era al de Transición Digital, que tiene un 'segundo apellido': Función Pública. Esa mezcla chirrió desde el principio entre los empresarios del sector tecnológico, porque el impulso del negocio digital y la gestión de los funcionarios nada tienem que ver entre sí.
Lo cierto es que ese ministerio tan 'particular' nació en un momento muy concreto. Pedro Sánchez decidió quitar a José Luis Escrivá una cartera ministerial con peso (Seguridad Social y Migraciones). A cambio, le concedió la de Transición Digital y decidió completarla traspasando las responsabilidades sobre Función Pública (hasta entonces en manos de la titular de Hacienda, María Jesús Montero).
La marcha de Escrivá al Banco de España llevó a Sánchez a colocar al frente de su ministerio a otro hombre de confianza, Óscar López. Así pues, el político socialista, además de lidiar con los funcionarios, es hoy el máximo responsable de impulsar la industria de la IA y los microchips en España. Esa estrategia la canaliza la 'Sepi digital', con Hernando de presidente y con Martorell -que dejó de ser comisionado- como vicepresidente.
En el Plan de Recuperación, Moncloa explica que "la SETT integra todas las competencias de este PERTE, el de mayor cuantía de los 12 proyectos estratégicos impulsados". Y asegura que gestiona, entre otros recursos, "más de 10.750 millones" de este proyecto, "que promueve en España un ecosistema industrial en toda la cadena de valor de los semiconductores y persigue además ejercer acción prospectiva hacia el futuro tecnológico de la microelectrónica en nuestro país".
A la vista de que los fondos europeos están llegando con cuentagotas, cada vez son más los empresarios que exigen una revisión de la estrategia. "Un replanteamiento de los fondos previstos para la producción de procesadores avanzados en España parece ineludible, no solo por su escaso impacto actual. También porque estos recursos, rediseñados, pueden ser cruciales de cara a la adaptación del sistema productivo a la IA, ante los cambios en la organización del trabajo, de las tareas y de la gestión empresarial que se vislumbran", recuerda el director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, en un artículo recién publicado en 'El País'.
MataNarcisos
12/02/2025 12:46
JAAAAjajaja.... "PERTE Chip, y para más regodeo y carcajeos, con "El Hernando" mandando. "Creerse que la "empresa pública" podrá competir con la privada, y más en este tema puntero tecnológico, es como si en la Rusia Bolchevique, comparaban sus empresas con las occidentales, AHORA DILAPIDANDO LA PASTA DEL CONTRIBUYENTE, NO TIENEN COMPETENCIA ALGUNA EN EL MUNDO..............PERTE Chip---> Pasta-Entra-Ruina-Tenemos-Emprendida------->Jaaaaaaaaajajajaja.