Al amparo del efecto rebote, la inflación, los fondos europeos y el ingente aumento de gasto público, la economía española crece por encima de los países de occidentales. Las estimaciones oficiales es que el crecimiento del PIB en 2024 se habrá situado en el entorno del 3,1%. Eso sí, sin Presupuestos Generales del Estado, sin una política económica conocida, sin cambiar de modelo de crecimiento y con mucha dudas de que el Gobierno tenga capacidad para gobernar ante la disparidad de sus apoyos políticos.
Según Pedro Sánchez, la economía española “es la mejor del mundo” y va “viento en popa y a todo vela”. Pero los ciudadanos no sienten ese viento por ningún lado, sobre todo en materia laboral y también salarial. Así, en el mejor año de crecimiento del PIB con Sánchez en La Moncloa, la afiliación media a la Seguridad Social ha crecido por debajo (2,9%). El balance no es tan halagüeño, el Gobierno se queda en la superficialidad de los grandes trazos de la estadística.
Lo más llamativo es que ha aumentado la precariedad en el empleo indefinido, en particular entre los fijos a tiempo parcial (con un alza del 4,1% hasta alcanzar el récord de más de 2,5 millones), a los que hay que sumar casi 650.000 más de temporales que trabajan sólo unas horas; hay también 840.000 afiliados fijos discontinuos (se desconoce el número de situados como inactivos); y los trabajadores temporales siguen en la frontera de los 1,5 millones. Lo que significa que, de los 18,6 millones de afiliados medios del régimen general de la Seguridad Social (el que sostiene al sistema), hay casi 5,5 millones de empleos en condiciones laborales con el viento de proa en contra. En todo caso, la mayor parte del aumento del empleo en este ejercicio hay que apuntársela de nuevo al sector público (un 9,5% más en el colectivo de funcionarios).
La letra pequeña de la estadística señala que de los 478.000 afiliados medios nuevos anotados en 2024, más de 100.000 correspondieron a empleos indefinido de sólo unas pocas horas hasta alcanzar ese récord de más de 2,5 millones. De ellos, el 70% corresponde a mujeres, el colectivo más vulnerable a la precariedad. De esta forma, el 21% de los nuevos cotizantes son trabajadores contratados para mini jornadas diarias o semanales de muy poca calidad contributiva al sistema y fijeza real en el empleo. Es la oferta de trabajo más frecuente en la actualidad como consecuencia de que los fondos europeos no se están empleando para cambiar el modelo productivo como pretendía Bruselas o de que el Gobierno busca resultados cortoplacistas de cifras ‘gruesas’ sin importarle el detalle y las condiciones laborales con el riesgo de futuras catarsis como ya ha sucedido en las crisis anteriores.
De aquí la importancia de la estadística de las contrataciones a tiempo parcial indefinidas por el sesgo que producen en la realidad laboral, así como la figura del trabajador fijo discontinuo. El empleo indefinido por unas horas es el que más crece ante las limitaciones de la última reforma laboral para las modalidades de contrataciones temporales. Lo que es evidente es que para subsistir en el mercado laboral, muchos trabajadores con empleo parcial, fijo o eventual, se ven abocados al pluriempleo o a la pluriactividad, figuras de los años sesenta, que han vuelto con fuerza. Tener más de un empleo se está convirtiendo en una necesidad.
Así, mientras los trabajadores españoles pretenden un empleo a jornada completa e indefinida que le proporcione una retribución digna, por primera vez en la historia laboral hay 2.522.112 afiliados con un contrato fijo a tiempo parcial. Es casi un millón más de los que había cuando Sánchez llegó a La Moncloa en 2018 y el doble de los que se registraba, por ejemplo, en la última recesión de 2012. Representan el 15% del total de los trabajadores medios (uno de cada seis).
A ellos hay que sumar los 642.779 empleados existentes con contrato temporal a tiempo parcial, cuya cifra ha ido menguando al pasar una parte sustancial a la modalidad de fijo pero también por unas horas sin que probablemente hayan mejorado las condiciones económicas. Todo esto significa que en diciembre de 2024 había casi 3,2 millones de trabajadores con empleo parcial cuando en la última Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 2024 sólo aparecen 2,5 millones de asalariados. Se trata de casi el 20% de los afiliados. Es decir, uno de cada cinco trabajadores trabaja por horas tanto con contrato fijo o con temporal.
Empleo sólo por unas horas
En realidad, hay muy poca demanda de empleo parcial voluntario en España. La mayoría de las contrataciones se realizan porque no hay otra oferta laboral. Lo que significa que la economía con “el viento en popa a toda vela” no está generando más puestos sino que el trabajo existente se está repartiendo entre varias personas. Es una forma también de reducir el paro estadístico de forma artificial ya que para un mismo empleo se colocan a dos, tres o más personas.
¿Qué colectivos están atrapados en el empleo indefinido a tiempo parcial? Por modalidades, hay 444.149 afiliados medios con esta contratación indefinida (más otros 82.000 temporales también por unas horas) en el comercio al por menor. Lo que significa que el 35% de los trabajadores totales en esta actividad sólo tienen empleo por unas horas. En los bares (servicios de comidas y bebidas) hay 416.304 empleados parciales (más 50.318 eventuales), es decir, afecta al 42% de estos trabajadores. Ese porcentaje llega al 52% del empleo total en las actividades de servicio a edificios y de jardinería (328.000 afiliados); al 35% en de servicios sociales sin alojamiento (150.700); al 31% de los empleos administrativos de oficina (105.000); al 22% de la educación (271.000); y, por ejemplo, al 15% del empleo en la sanidad (162.400 afiliados).
Esta contratación indefinida con jornada parcial no discrimina por edad. Así, si el 25% tiene menos de 30 años (638.500 más otros 216.300 temporales), el 30% tiene más de 50 años (casi 750.000 más 183.000 eventuales), colectivo que se supone con mayores cargas familiares y por tanto con más dificultades para consolidar en los últimos años laborales una carrera de cotizaciones de cara a la pensión.
En cuanto al sexo, el empleo fijo por unas horas afecta a más de 1,7 millones de mujeres (70%) y a unos 800.000 hombres (30%), mientras que las diferencias porcentuales se reducen al 62% y 38% respectivamente en las afiliaciones temporales también parciales. Por tramos de edad, sale que ese porcentaje para mujeres es más bajo en los colectivos más jóvenes y que se acentúa en los de edad más avanzada. Por ejemplo, supera el 75% a partir de los 45 años entre el colectivo femenino hasta la edad de jubilación.
MataNarcisos
26/01/2025 09:23
Nadie en la Historia de España, ha perjudicado más a las empleadas de hogar, que esta vividora de ático de lujo. FELICIDADES.... Nunca habían sufrido mayor desempleo.
musta
Voxeros Sin Duda......................son Los Unicos Que No Quieren Extranjeros Sn Su Deporte Instituciones Ni Nada ........asi Empezo Adolfo Expandir Su Ultra Extrema Derecha.............