Economía

Inquietud entre los empresarios vascos por la deriva del PNV: "Puede acabar como CiU"

El empresariado más conectado al País Vasco espera una estrategia continuista de Esteban, pero alerta del declive progresivo por la falta de identidad

  • Aitor Esteban y Andoni Ortuzar. -

Lo que inquieta realmente al empresariado vasco no es el cambio de liderazgo del PNV, sino el progresivo declive que viene sufriendo desde hace años. "Si sigue así, puede acabar a largo plazo como CiU", advierten desde un 'think tank' que hace de puente entre grandes empresas y la formación con sede en Bilbao

CiU, de derechas y nacionalista, ejemplifica como pocos partidos el viaje fatídico desde el poderío político a la decadencia. Y las aguas revueltas del PNV invitan ahora a hacer analogías. Salvando las distancias: la Lehendakaritza sigue en manos peneuvistas. Ahora bien, la amenaza de perder el trono nunca ha sido tan real. El pasado año, los comicios al Parlamento vasco (21-A) se saldaron con un empate de escaños entre PNV y EH Bildu. Dos meses después, en las elecciones europeas (9-J), elpartido que lidera Arnaldo Otegi protagonizó un histórico 'sorpasso' en número de votos.

La retirada de Andoni Ortuzar y el consiguiente ascenso de Aitor Esteban vuelve a animar el debate entre los empresarios sobre el futuro de la formación. Y no sólo dentro del País Vasco. El PNV siempre ha ejercido gran influencia en decisiones que afectan al empresariado nacional. Hay un ejemplo muy reciente: el 'impuestazo' que Pedro Sánchez intentó cargar a las energéticas. 

La formación jugó un papel fundamental -junto a Junts- para que la 'tasa' acabara decayendo. Tras la presión del PNV estaban los intereses de los empresarios vascos, con Petronor (filial de Repsol) e Iberdrola a la cabeza. Quien lideró las duras negociaciones con PSOE y Sumar en el Congreso fue Aitor Esteban, 'predestinado' ya a coger las riendas del partido. Si el PNV no jugó un papel tan activo contra el impuesto a la banca tiene una explicación: por su tamaño, ni Kutxabank ni Laboral Kutxa eran víctimas del 'hachazo' fiscal, concentrado en los mayores bancos (como CaixaBank, Santander o BBVA).

Evitar la división

Por ahora, el relevo de Ortuzar por Esteban no genera inquietud. De hecho, hay un elemento positivo. "Ambos tenían claro que, en un momento como este, había que evitar a toda costa la división del partido", señalan fuentes próximas a la cúpula del PNV. En el mundo empresarial más vinculado al País Vasco no se esperan grandes cambios en el corto y medio plazo. A pesar de que a Esteban se le atribuye una mayor cercanía a Ferraz, de él se espera que mantenga la misma estrategia de defensa de los intereses económicos y financieros de la región. Ese juego de equilibrios con el Gobierno central del que tanta tajada ha sacado siempre a la Lehendakaritza.

La única duda inmediata es qué hará el PNV para cubrir el sensible hueco que dejará Esteban en el Congreso de los Diputados. Un problema muy menor en comparación con lo que preocupa realmente a los empresarios que han seguido de cerca la política vasca. Del PNV se espera un giro a la derecha, la recuperación de la verdadera identidad, para frenar la sangría continua de militantes que han acabado optando por la abstención o metiendo la papeleta de EH Bildu en las urnas. 

"Al final, el PNV ha contribuido a legitimar el discurso de Bildu con su apoyo al Gobierno en Madrid", señalan las mismas fuentes. Esa deriva ideológica e identitaria es la que agita el 'fantasma' de CiU en el entorno del Sabin Etxea, en el 16 de la calle Ibáñez de Bilbao, donde pronto instalará su despacho de presidente Aitor Esteban.

 

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