Las familias se enfrentan a una auténtica batalla para encontrar un hogar, mientras la oferta se reduce y los propietarios eligen perfiles cada vez más solventes. Según un estudio de Idealista, la plataforma inmobiliaria líder en España, la demanda de viviendas en alquiler ha experimentado un crecimiento exponencial en 2024. Cada anuncio publicado en la plataforma recibe una media de 30 contactos, lo que supone un incremento del 20% respecto al mismo periodo del año anterior.
Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, describe la situación como un "estado de ansiedad y emergencia" en el mercado del alquiler español. "El problema del mismo no es el precio (que sigue siendo elevadísimo) sino que el crecimiento de la competencia entre familias es ahora el gran reto".
La falta de oferta dispara la competencia
La escasez de viviendas en alquiler no solo impulsa el aumento de los precios, sino que también genera una feroz competencia entre los potenciales inquilinos. Los propietarios, ante la avalancha de solicitudes, pueden permitirse seleccionar aquellos perfiles que les ofrezcan mayor seguridad, con "mayor seguridad laboral, mayores sueldos, ahorros o fuerte apoyo familiar". Este proceso de selección deja fuera a un "gran porcentaje de las familias que necesitan una vivienda en alquiler", especialmente a las más vulnerables.
El incremento de la competencia se ha registrado en la mayoría de las capitales españolas. Bilbao (47%), Barcelona (35%) y Palma (28%) lideran este preocupante aumento. En ciudades como Teruel, Valladolid, Lleida y Jaén, el número de familias interesadas en cada anuncio se ha duplicado en el último año.
Barcelona (54 contactos por anuncio), Palma (48) y Madrid (42) encabezan la lista de ciudades con mayor competencia por la vivienda en alquiler. Vitoria (108), Guadalajara (83) y Pamplona (61) se sitúan a la cabeza en cuanto al número de familias interesadas por cada vivienda.
La crisis del alquiler en España pone de manifiesto la necesidad de implementar medidas que fomenten la oferta de viviendas y protejan a las familias más vulnerables ante la creciente dificultad para acceder a una vivienda digna.