Economía

Guerra del uranio en Salamanca: Bruselas da alas a Berkeley en su pulso con Moncloa

Los 'lobbies' se movilizan en la capital belga para empujar proyectos mineros en la UE, como el impulsado -y vetado- por el grupo australiano en España

  • Terrenos de Berkeley en Retortillo (Salamanca). -

El 17 de octubre de 2018, Berlekey Energía tuvo que pedir a la autoridad bursátil australiana que suspendiera su cotización. Sus acciones caían a plomo (más del 30%), arrastradas por una noticia difundida a 17.600 kilómetros de Sidney. Una agencia internacional avanzaba que el Gobierno de Pedro Sánchez pondría trabas a la compañía en su proyecto clave: la explotación de una gran mina de uranio en Retortillo (Salamanca).

Sánchez llevaba sólo cuatro meses en el poder y ya daba muestras de lo que vendría después: el freno a las energías fósiles y el adelanto del cierre nuclear, en favor de las renovables. Tres años más tarde, en noviembre de 2021, dio carpetazo definitivo al desembarco australiano en Salamanca, provocando nuevos batacazos en bolsa. 

Esta semana, las circunstancias geopolíticas han vuelto a poner a Berlekey Energía en el foco. El giro estratégico de la Comisión Europea para reforzar la defensa dará alas a proyectos mineros guardados en el cajón. Esa realidad explica por qué las acciones de Berkeley se dispararon un 40% este lunes, ante la posibilidad de que Bruselas pueda remar, en el futuro, a favor de sus exploraciones en suelo español.

Se avecina un nuevo pulso entre el gigante minero y Moncloa, extensible a otros competidores con ganas de hincar el diente en el negocio. Berlekey declaró la guerra abierta al Gobierno español el año pasado. Consciente de que el Gobierno no daría su brazo a torcer, presentó una denuncia en el tribunal de arbitraje del Ciadi, dependiente del Banco Mundial. La compañía exigía -y sigue exigiendo- 1.000 millones de euros por las pérdidas acumuladas en su aventura española, iniciada a principios de la pasada década. 

La empresa cuenta con un estudio de viabilidad que cifra en 4,4 millones de libras de uranio la producción anual de la mina. Antes de que Sánchez derrocara a Mariano Rajoy con su moción de censura, Berkeley obtuvo financiación para poner en marcha la mina. Para tener más colchón, decidió salir a bolsa en Londres y en Madrid. Desde entonces, ha sufrido una tremenda volatilidad en los mercados donde cotiza (sus acciones también se negocian en Austrialia).

De momento, la compañía asegura que no hay novedades que justifiquen la sorprendente escalada bursátil. Lo que sí hay, sin embargo, es un terreno abonado para que la mina de Salamanca tenga una segunda oportunidad. Desde hace un par de meses, los 'lobbies' relacionados con la minería han intensificado sus labores en la capital belga. Sabían que la Comisión Europea estaba preparando una lista de iniciativas, que contarían con el apoyo comunitario. De ahí que hayan abierto una 'competición' para empujar los proyectos de sus respectivos clientes.

Proyectos estratégicos

La recuperación en bolsa de Berkeley coincide con ese periodo. Sus títulos se cotizaban a 0,20 euros a principios de febrero y han alcanzado un pico de 0,37 esta semana (un 85% más). Es decir, coincidiendo con la preparación en Bruselas de la estrategia comunitaria. La presentación la hizo este martes el vicepresidente y comisario de Estrategia Industrial, Stéphane Sejourne. De momento, la Comisión Europea ha identificado 47 proyectos estratégicos de materias primas críticas en toda la UE. Los agraciados en España son siete y están ublicados en Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía. El objetivo es extraer minerales como el litio, el wolgframio, el cobalto, el cobre o el niquel.

En la capital belga no 'tocaba' hablar ayer de uranio. Sin embargo, Sejourne avanzó que se anunciarán nuevos proyectos. Y el uranio es la materia prima que usan las centrales nucleares, una fuente de energía que está ganando cada vez más apoyos en la UE. Sin ir más lejos, el primero que la apoya abiertamente es el propio comisario francés. 

Es en ese giro político en torno a la energía nuclear donde Berkeley tiene despositadas sus esperanzas. En contra sigue teniendo no sólo al Gobierno, sino también al movimiento de oposición vecinal. Mientras haya incógnitas, las acciones del grupo australiano estarán condenadas a las oscilaciones en bolsa.

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