Economía

Guerra de aranceles: la reacción en cadena que amenaza la supervivencia de Sánchez 

La reacción de Bruselas confirma que la realidad avanza por el camino que más temen economistas e inversores

  • Elon Musk y Donald Trump, en la Casa Blanca. -

"La evidencia histórica sugiere que, en este tipo de escenarios, el crecimiento de la economía termina resintiéndose". Lo tiene asumido el plantel de economistas del Banco de España, el más amplio del país. De hecho, lo reflejan por escrito en su Informe Trimestral, publicado este martes. Es decir, fue redactado antes de que la UE decidiera sumarse a la guerra comercial, anunciando aranceles contra Estados Unidos.

La reacción de Bruselas confirma que la realidad avanza por el camino que más temen economistas e inversores. Ese temor adquirirá tintes de pánico en Moncloa, si el pulso arancelario va a más. Asfixiado por los escándalos familiares y presionado como nunca por Junts, Pedro Sánchez confiaba en los buenos datos económicos para alcanzar, a duras penas, el final de la legislatura. El desafío de Donald Trump lo cambia todo. Así puede afectar a la economía española y, por extensión, a la 'supervivencia' del Gobierno.

Vuelve el fantasma de la inflación

Es una verdad conocida: los aranceles son inflacionarios por naturaleza. La amenaza de la UE consiste en aplicarlos, desde mediados de abril, a una gama de productos estadounidenses aún por definir. Si esos aranceles acaban salpicando a la tecnología o al motor, tirará hacia arriba del precio final de marcas como Apple o Tesla

La inflación en España parecía controlada. Gracias a ello, el Gobierno pudo retirar la mayoría de las ayudas, que implicaban una elevada factura para las arcas públicas. Sin embargo, el viento ha cambiado de dirección. El IPC empezó a repuntar en octubre, impulsado por la subida de la energía. En cuatro meses, ha pasado del 1,8% al 2,9%. En su último informe, el Banco de España ya ha revisado al alza su previsión para el conjunto del año, del 2,1% al 2,5%. 

La subida de la inflación eleva la recaudación de Hacienda, pero también incrementa la factura récord de las pensiones, cuya subida está indexada al IPC. Y lo peor: complica, más aún, los planes del Banco Central Europeo de seguir rebajando los tipos de interés. Hace una semana, sin aranceles de la UE aún sobre la mesa, Christine Lagarde, ya advirtió que consideraban frenar el ritmo de las bajadas. Una mala noticia para los hipotecados en España y para las empresas que necesitan financiación.

Impacto en los hogares y las empresas

"La incertidumbre y las tensiones geopolíticas y comerciales suelen provocar que los hogares y las empresas pospongan sus decisiones de gasto e inversión, lo que contribuye a ralentizar el crecimiento del PIB". De nuevo, los economistas del Banco de España vuelven a poner sobre la mesa otro motivo de zozobra para el Gobierno. 

Sánchez confía en llegar a las próximas elecciones generales con otras preocupaciones ajenas a la economía. En las última revisión del 'cuadro macro', el Ministerio de Economía prevé un holgado avance del PIB del 2,6% este año y del 2,2% -mayor que el de los países vecinos- en 2026. Además, pretende alcanzar la fecha electoral con una tasa de paro inferior al 10%. Un hito muy 'vendible' de cara a los comicios.

El Gobierno tiene poco margen para impulsar el PIB exprimiendo el gasto público, por las nuevas exigencias en Defensa y la resistencia a meter un tijeretazo a la factura de las administraciones. En este contexto, un menor empuje del consumo privado -hogares y empresas- es una mala noticia para el crecimiento económico.

En el caso de los empresarios, el retraso de las decisiones de inversión se explica por las dudas que emana un entorno geopolítico tan complicado. También por el impacto de los aranceles de Trump tanto en los productos y servicios españoles, como en las empresas de la UE que se abastecen en España.

Un estudio reciente de Freemarket Corporate Intelligence calcula que la suma de los efectos directos e indirectos puede restar cuatro décimas al PIB y sumar 1,6 puntos a la tasa de desempleo. El cálculo está efectuado a partir de un hipotético arancel del 15% sobre las importanciones españoles en Estados Unidos.

"Es importante reseñar que este ejercicio de proyecciones no incorpora ningún incremento de los aranceles de Estados Unidos a las importaciones provenientes de México, Canadá y la Unión Europea, una cuestión sobre la que persiste una extraordinaria incertidumbre", recuerdan desde el Banco de España.

Consecuencias para el turismo

El enfriamiento de la actividad económica en la UE también puede ralentizar el turismo, el gran motor actual del PIB español. Reino Unido, Francia y Alemania son -por este orden- los países que más turistas proporcionan a nuestro país. Estados Unidos ocupa el cuarto lugar, con 4,3 millones de visitantes. 

Las economías de los cuatro países mencionados se encuentran bajo la presión. El caso alemán habla por sí solo: Berlín augura un crecimiento ínfimo (0,3%). La recesión está prácticamente garantizada, si la guerra comercial empeora o se extiende en el tiempo. 

Las caídas en bolsa de las empresas relacionadas con el turismo son un síntoma claro y negativo. Dos ejemplos: en lo que va de mes, IAG (dueño de Iberia) ha perdido un 22%. Booking, líder en reservas hoteleras online, se ha dejado otro 15%.

"Las proyecciones para la economía española -al igual que las previstas para la economía mundial y europea- están sometidas a una extraordinaria incertidumbre", insiste el Banco de España, "y presentan riesgos a la baja en términos de crecimiento económico".

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