No ha comenzado el año de la mejor manera para los millones de españoles que consumen gas, carburantes o electricidad. A pesar de que durante el pasado verano los elevados precios energéticos parecían cosa del pasado, este otoño aparecieron los fantasmas de la crisis en Ucrania y las facturas vinieron con subidas.
Esta tónica se ha confirmado en enero y febrero, según apuntan los futuros que se negocian en los mercados, se prevé con un gas, un petróleo y una electricidad caros. Y eso que la geopolítica podría haber dado un empujón a la baja, pero ni con esas. El alto al fuego en la franja de Gaza y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, partidario de las energías fósiles como el gas y el petróleo, eran dos factores fundamentales para que los mercados se hubieran tomado un respiro, algo que no ha sucedido.
El presidente de Estados Unidos hizo un llamamiento a los grandes productores y empresas del sector petrolífero para que rebajen el precio del crudo para ayudar a evitar una mayor inflación y para que los bolsillos de miles de millones de ciudadanos no lo noten. Al gobernante norteamericano le preocupa la inflación, que ya deja entrever una curva hacia arriba tanto en EEUU como en la Unión Europea.
"En cuanto los precios del crudo caigan, demandaré inmediatamente que se bajen los tipos, y esto debería hacer que los tipos también bajen en todo el mundo. Todos los países deberían seguirnos, seguir la luz de mi victoria electoral, que inunde todo el planeta", dijo Trump durante su intervención en Davos.
La volatilidad en el mercado del petróleo es tal que Repsol reconoce en un informe que existe “incertidumbre” en los próximos meses en los precios del crudo, algo que podría hacer subir o bajar el barril de Brent.
Lo que sí se sabe hasta ahora es que el litro de los carburantes no deja de subir. De hecho, se encadenan 19 semanas con los dígitos de los paneles de las estaciones de servicio al alza. En los últimos días, el litro de gasolina sin plomo 95 ha escalado hasta los 1,60 euros. A inicios de octubre, el litro de este combustible no llegaba a los 1,49 euros.
Lo mismo ocurre con el diésel. Los surtidores de este tipo de combustible han ido modificando progresivamente su precio y ya supera los 1,5 euros mientras que en octubre no llegaba al 1,38. Además, este derivado del petróleo va a sufrir un fuerte incremento antes de marzo puesto que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está por aprobar la subida de 0,07 euros por cada litro para equipararse con la gasolina.
Tal y como ya explicó este periódico, Moncloa tiene menos de dos meses para aprobar el impuesto al diésel. De lo contrario, perdería el derecho a recibir fondos de la Unión Europea, salvo que negocie con Bruselas una ampliación de plazo.
Un gas por las nubes
Pero si el precio del petróleo no invita al optimismo, el coste del megavatio hora del gas es otro motivo de preocupación en los mercados energéticos. El Mwh lleva varias semanas en máximos que recuerdan a los peores momentos de la crisis energética, que se desató en la guerra de Ucrania.
Así, el Mwh en el Mibgas supera los 48 euros. Unos precios que no se veían desde principios de 2022. Una situación que los expertos no prevén que cambie y se espera que de aquí a primavera los españoles tengamos que rascarnos los bolsillos.
Todo ello, además, se da en un contexto en el que la demanda va a ir en aumento en las próximas semanas. A partir de marzo comienza el llenado de reservas y este invierno los países han tirado de los depósitos. La consultora Energy Aspects prevé que los inventarios de gas en Europa caerán a 38.000 millones de metros cúbicos a finales de marzo, llevando las mismas a cerca del 35% de la capacidad total de almacenamiento.
Esto supondrá un esfuerzo extra para los principales países, que tendrán que adquirir más gas de lo que preveían. Y como no podía ser de otra manera, la ley de la oferta y la demanda provocará, previsiblemente, que el precio del gas se mantenga tensionado.
Un febrero seco que no invita al optimismo en la luz
El precio de la luz también es otro motivo de preocupación. Con un enero sin viento y con pocas horas de sol, el sistema eléctrico ha tenido que tirar del gas para poder dotar de suministro a los hogares y empresas en España. Solo el último temporal ha dejado buenas noticias en el precio del megavatio a la hora y se ha desplomado hasta los 25 euros. Durante buena parte del inicio del año, el Mwh se ha instalado por encima de los 100 euros.
Pero las previsiones meteorológicas anticipan un inicio de febrero con sol y poco viento por lo que lo más probable es que volvamos a ver unos precios similares a los del inicio de 2025.
El precio de la electricidad en el mercado mayorista acumuló cuatro jornadas consecutivas con precios por debajo de los 100 euros/MWh. No obstante, y con los coletazos del temporal que ha barrido toda la Península Ibérica, el coste del megavatio se ha hundido y este martes, el Mwh no sobrepasará de media los 16,45 euros.