Mediados de febrero de 2020. España estrenaba legislatura tras unas duras negociaciones entre los partidos que conformarían el primer Gobierno de coalición, los clubes españoles jugaban los partidos de octavos de final y el mundo económico y empresarial estaba pendiente de las posibles medidas del nuevo Ejecutivo. Mientras, el Ibex 35 luchaba por llegar a los 10.000 puntos.
Pero, para esas fechas, se abría paso una enfermedad nunca vista antes. El coronavirus empezaba a sonar con fuerza y obligó a China a cerrar a cal y canto sus grandes ciudades. La palabra confinamiento comenzó a ser habitual en los medios de comunicación.
Los dos primeros casos de COVID-19 en España se notificaron el 31 de enero y el 9 de febrero de 2020 en La Gomera (Canarias) y Mallorca (Illes Balears), importados de Alemania y Francia.
Los siguientes casos se notificaron el 24 de febrero en Tenerife (Canarias), importado de Italia, y el 25 de febrero tres casos, también en Tenerife (familiares del caso anterior), dos en Madrid, uno en la Comunitat Valenciana y uno en Cataluña. Fue precisamente, en la última semana de febrero cuando la virulencia del virus entró en los mercados financieros.
Del 21 de febrero al 28 del mismo, el Ibex 35, y el resto de plazas mundiales se contagiaron rápidamente del virus. La posibilidad de que las economías sufrieran un severo frenazo por la imposibilidad de desplazarse se apoderó de los mercados financieros. Antes de que se declarara la pandemia mundial, las bolsas tuvieron pérdidas de más del 30%. El selectivo español no se quedó atrás y el 20 de marzo, ya con el estado de alarma instaurado, se desplomó hasta los 6.390 puntos. Un 36% menos que un mes antes.
El derrumbe de la Bolsa en el inicio de la pandemia superó con holgura al récord negativo que había marcado el Ibex 35 el 24 de junio de 2016, el día posterior a la votación del Brexit que separó los caminos de la Unión Europea y Reino Unido. Aquel día el Ibex se dejó un 12,35%.
Durante ese año, el Ibex 35 dio tumbos y se movió al son de las noticias que llegaban del coronavirus. Con el verano y el levantamiento de las restricciones, la bolsa española cogió aire y miró a la cara los 7.500 puntos. Pero fue un espejismo. Las nuevas variantes y los nuevos confinamientos desató una vez más el desánimo en los inversores y a finales de 2020, la plaza española volvió a hundirse por debajo de los 6.300 puntos.
Punto de inflexión
Fue a partir de 2021, con altibajos de por medio por diversas causas económicas, políticas y geopolíticas, cuando comenzó a labrar una magnífica recuperación, llegando a una revalorización del 100% un lustro después del inicio de la pandemia.
El año 2022, con nuevas variantes y con una economía que no terminó de despegar, el selectivo español logró apenas una reconquista del 7%, pero se despegó de los 8.000 puntos, con la esperanza de que las vacunas y la inmunidad de grupo surtieran efecto de cara a 2023.
Fuerfon el 2023 y el 2024 cuando el Ibex 35 aceleró de forma espectacular, firmando una racha histórica. En apenas dos años, el club de las empresas más poderosas españolas consiguió crecer un 33%, situándose a los niveles en los que nos encontramos estos días. Al cierre de la sesión del viernes, el selectivo se sitúa en los 12.950 tantos. De hecho, estos avances han propiciado que sea el mejor rally alcista desde 2006.
Como se mencionó anteriormente, varios sectores han tenido que soportar varios cisnes negros durante este lustro, además del coronavirus. La banca y las energéticas se han enfrentado al Gobierno por el impuestazo, que gravó durante un año y medio los ingresos de las compañías del Ibex 35. Además, la inflación desbocada derivada de la guerra de Ucrania, lastró los resultados y la rentabilidad de buena parte de los valores del selectivo.
Los últimos tres años, el Ibex 35 ha vivido días de vino y rosas. Sobre todo varios sectores que copan la rentabilidad del índice nacional. Destaca el bancario, donde compañías como BBVA se revalorizan un 104%. Otras entidades no se quedan atrás y CaixaBank suma un +92%, Santander gana un 70% y Bankinter avanza un 55%. Pero la joya de la corona del parqué es Banco Sabadell, que aumenta su capitalización bursátil en un 170%. El auge se debe, principalmente, a la subida de tipos que han promovido los bancos centrales.
El sector de infraestructuras ha sido uno de los motores más fiables del Ibex 35 en 2024, con Ferrovial y ACS liderando el camino. Ferrovial ha registrado un desempeño sólido gracias a la rentabilidad de su autopista 407 ETR en Canadá. En el caso de ACS, la firma ha obtenido contratos por valor de 32.000 millones de euros este año, liderando la adjudicación de obras internacionales en sectores como transporte y energía.