Economía

El Estado resiste como el último reducto de Bankia en la ‘nueva’ CaixaBank

Es uno de los principales accionistas como herencia del banco rescatado, con vocación de permanencia “indefinida”.

  • Sede de CaixaBank en Barcelona. -

Nueva era en CaixaBank. La entidad catalana anunció ayer una profunda renovación del consejo de administración, que incluyó la sustitución de tres independientes procedentes de Bankia y que borró por completo el rastro de la entidad rescatada en 2012  del máximo órgano de gobierno. Estas salidas se producen tras la renuncia inesperada a finales de octubre de José Ignacio Goirigolzarri, que retenía algunas funciones ejecutivas como presidente.

Desde que ambas entidades pactaron su integración en 2021, la huella de Bankia ha ido languideciendo tanto en el consejo como en la primera línea directiva de CaixaBank. Tanto es así, que sólo el Estado resiste como ‘herencia’ del banco en el que se inyectaron más de 24.000 millones de euros. Y con vocación de permanencia “indefinida”, como asumen en el seno de la entidad de origen catalán.

El Frob, el fondo de rescate público, retiene todavía el 18,1% del capital de CaixaBank y sienta a una consejera en el máximo órgano de gobierno. El límite para salir del accionariado es diciembre de este año, aunque el Gobierno tiene previsto extender este plazo al menos hasta 2027 para mantenerse como uno de los accionistas de referencia.

Salida de Goirigolzarri

En los acuerdos de integración, Goirigolzarri pactó con el Banco Central Europeo (BCE) ceder todos los poderes ejecutivos al CEO, Gonzalo Gortázar, tanto si era sustituido como si renovaba en el cargo, como tendría que haber hecho en la junta que la entidad celebrará el próximo 11 de abril y que certificará la salida del consejo de los exBankia.

Pero el expresidente de Bankia no estaba por la labor de continuar como presidente exclusivamente institucional y se mostró fuertemente reacio a una profunda remodelación del consejo, según fuentes próximas a su entorno. De hecho, precipitó su salida antes de la celebración de la junta para evidenciar su discrepancia, como indican las fuentes consultadas.  

Con la salida de Goirigolzarri, los tres independientes exBankia que tenían que renovar mandato en la próxima junta se decantaban en privado por dar un paso al lado, según las fuentes consultadas. En el consejo de CaixaBank se sientan 15 miembros, de los que serán renovados un tercio. Además de las salidas citadas, entrará un nuevo consejero externo para ocupar la vacante del banquero vasco y José María Méndez, director general de la CECA, que ocupará uno de los sillones en representación de la Fundación La Caixa, el máximo accionista con algo más del 30%.

José Ignacio Goirigolzarri.José Ignacio Goirigolzarri, expresidente de CaixaBank.

  

El goteo de salidas de directivos del banco rescatado ha sido continuo desde que se anunciara la integración. Desde un primer momento, el expresidente de Bankia se quedó sin su mano derecha: José Sevilla. El actual presidente no ejecutivo de Unicaja acompañó a Goirigolzarri desde el inicio en su batalla por recuperar la imagen de la entidad y además fue quien se encargó de forma directa de hacer los números para que la operación con CaixaBank saliera adelante.

En la primera línea es donde aún resisten todavía antiguos directivos exBankia. El comité de dirección está formado por 16 miembros, liderados por Gortázar, y sólo tres tienen pasado ligado al que fuera cuarto banco más grande de España. David López Puiz, Manuel Galarza y Eugenio Solla son los ‘últimos mohicanos’ en la primera línea directiva de CaixaBanK. López Puiz ejerció un papel clave en la fusión de las plantillas como director adjunto de Recursos Humano y Galarza es el actual director de Cumplimiento y Control.

Nuevo plan estratégico sin los ex de Bankia

En el caso de Eugenio Solla, muy cercano a Goirigolzarri, se encarga de la estrategia de Sostenibilidad desde marzo de 2021, cuando se aprobó la fusión legal. Solla llegó a ser director de Gabinete de Presidencia del banquero vasco en 2012, coincidiendo con la etapa más convulsa de la antigua caja madrileña.

Con la profunda renovación del consejo, CaixaBank iniciará su nueva estrategia para los próximos tres años sin ningún ex de Bankia, una etapa en la que aspira a superar el 16% de rentabilidad en un escenario de tipos de interés a la baja. Aunque la silla que ocupará el Estado se mantendrá como el reducto final de la compra de la entidad rescatada.

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