La productividad es el eje sobre el que pivota la reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas. "La evidencia empírica y la academia dicen que la reducción de jornada va a servir para mejorar la productividad de nuestro país", dijo la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Sin embargo, al menos una decena de economistas se han manifestado en contra de esta afirmación, asegurando que el orden es el inverso: sólo un aumento de productividad justifica reducciones de jornada.
En este sentido, consideran que no está claro que el avance que ha experimentado la productividad justifique la reducción de jornada de media hora al día. Fernando Gómez, economista en la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), señala que la productividad por hora trabajada creció un 1,3% en 2024, un resultado positivo, pero advierte de que "se trata de una variable que muestra gran volatilidad año a año, con un crecimiento medio anual desde 2019 en el entorno del 0,6%, frente al 0,5% en el periodo 2014-2019".
En este sentido, en el servicio de estudios consideran que "no está claro que se haya producido un cambio en la productividad" que justifique una reducción de jornada, y aseguran que "en los últimos veinte años la evolución de la productividad en España ha sido mucho peor que en Europa, que tampoco ha sido grandiosa, y por supuesto que en EEUU". Gómez explica, además, que existen distintas formas de medir la productividad, considerando en Funcas la más apropiada en el contexto actual, tras la reforma laboral, aquella que se mide por hora trabajada.
Además, Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, apunta que en el último periodo sobre el que se disponen datos, el cuarto trimestre de 2024, "la productividad no se comportó bien" ni en términos de horas trabajadas ni por ocupado, siendo "la tendencia de estancamiento en la productividad por ocupado particularmente preocupante". Respecto al cuarto trimestre de 2019, la productividad por ocupado ha avanzado sólo dos décimas, mientras que el PIB por horas totales trabajadas ha crecido un 1,7%.
BBVA Research ya apuntó en un análisis que la reducción de la jornada tendrá impacto en la economía, y su magnitud dependerá de la respuesta de las empresas. En este sentido, Cardoso explica que "las pequeñas empresas no tienen flexibilidad para adaptarse al shock y algunos sectores (comercio minorista, restaurantes) tienden a trabajar más horas que otros, por lo que es menos probable que los cambios en la productividad compensen el aumento de los costes laborales".
También menciona que la reforma se sumará al aumento continuo de los costes laborales observado en los últimos años como consecuecia del aumento del salario mínimo, de las contribuciones a la Seguridad Social y del absentismo. "Según nuestros cálculos, alrededor del 80% de los asalariados trabajan en una empresa o sector con poco margen para aumentar la productividad o absorber mayores costes laborales. Como resultado, es más probable que estos cambios tengan un impacto negativo en la producción y la creación de empleo", advierte.
La postura de las empresas
Según BBVA Research y otros servicios de estudios, para minimizar el impacto negativo en la economía, los cambios deberían surgir de una negociación entre empresas y sindicatos, algo que no se ha hecho. De esa manera, la mejora de las condiciones laborales se daría mediante aumentos salariales o reducción de la jornada, teniendo en cuenta la situación particular de los diferentes sectores. Además, Cardoso apunta que "el gradualismo también puede ayudar a las empresas a prepararse" y "se necesitan reformas para aumentar la productividad".
Que la reducción de jornada se acuerde en las negociaciones de los convenios colectivos es la reivindicación de los empresarios, representados por la patronal CEOE. Sin embargo, su rechazo a la intervención del Ministerio de Trabajo provocó que abandonara la negociación y que finalmente la cartera de Yolanda Díaz alcanzara un preacuerdo únicamente con los sindicatos, que es el que se ha aprobado en Consejo de Ministros este martes. El texto finalmente no incluye medidas de apoyo a las empresas, como proponía el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
Más allás de los economistas y servicios de estudios, empresarios y abogados laboralistas también cuestionan la premisa del Ministerio de Trabajo para reducir la jornada laboral. "Los análisis empíricos muestran que sucede lo contrario, siendo los incrementos de productividad los que permiten reducir las jornadas laborales y subir salarios", aseguraron en un informe reciente sobre las necesidades organizativas y productivas de las empresas encargado por CEOE y su think tank, el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
La patronal ha asegurado que para que España logre tener una productividad similar a la media europea, su jornada efectiva debería situarse en el entorno de las 41,2 horas. En el citado informe también se pone en duda que la reducción legal de la jornada no disminuya los salarios, como asegura el Ministerio de Trabajo. "Puede ser cierto en un primer impacto", pero "los convenios colectivos se renegocian y esta imposición legal puede conllevar una posterior distribución de costes y riesgos en determinados sectores", advierten.
Finalmente, mencionan otras "consecuencias colaterales no deseadas", como el aumento de horas extraordinarias, la compensación de la reducción con más días de vacaciones sin un cambio real de las jornadas laborales, la expulsión del tiempo de trabajo efectivo de pausas o permisos, el aumento de contratos a tiempo parcial de escasas horas de prestación, o la puesta en riesgo de la desconexión digital si se mantienen exigencias de rendimiento". Finalmente, han apuntado a la "inconstitucionalidad" de reducir la jornada por ley.
jopetas
05/02/2025 12:07
¿ 37,5 ? ¿Por qué no 37 o 35 o 30? ¿Alguien me lo puede explicar? ¿O más bien es que la reducción es a ojo?